Manuel Puig
Dos personas sin nada encomún encerradas en una misma celda -una de ellas es un revolucionario y el otro un homosexual culpable de cometer corrupción de menores- usan como pretexto las historiasde cine para ir conociéndose cada vez más entre ellos, para hablar de sus propias vidas:
"No, está bien. No te voy a distraer la atención, perdé cuidado.
Veo que meentendés, te lo agradezco. Hasta mañana.
Hasta mañana. Que sueñes con Irena
A mí me gusta más la colega arquitecta.
Yo ya lo sabía. Chau.
Hasta mañana." (2)
Tomás EloyMartínez lo manifiesta claramente: "La obsesión por el cine en Molina, es una manía que esconde un fuerte deseo de huir de la dureza de la vida cotidiana de la cárcel, y a lavez, el cine le abre una ventana hacia un mundo ficticio donde puede comunicarse cómodamente con ese ser tan diferente que comparte con él la sombra de la misma celda". (3)
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