Marketing político
1. DEFINICIÓN
Quiero comenzar relatando un incidente ocurrido años atrás. El
mismo guarda relación con la elección del presidente de los
Estados Unidos de América ocurrida en el año 2000. En esa
ocasión le correspondió al señor Al Gore la responsabilidad de ser
el representante del partido Demócrata a la presidencia. El día de
la celebración de dichos comicios me encontraba presente en la
ciudad capital de ese país por cuestiones inherentes a mi trabajo.
Muy temprano al encender la televisión, observé la transmisión
de una noticia la cual me tomo por sorpresa. El reloj marcaba las
seis a.m. y el vicepresidente Gore se encontraba haciendo
campaña en la región central del estado de la Florida en las
instalaciones de una empresa privada. Fue un impacto pues era la
primera vez que observaba de manera presencial unas elecciones
en ese país. Concretamente, Gore estrechaba la mano de los
trabajadores -‐‑uno a uno-‐‑ de esa fabrica. De igual forma los
exhortaba para que fuesen oportunamente a votar por él durante
esa jornada.
Ese suceso me impactó pues en Venezuela está prohibido hacer
campaña electoral el mismo día en el cual se realizan los comicios.
Pero al mismo tiempo me preguntaba: ¿Porqué está Gore en la
Florida y no, por ejemplo, en California? Qué incidencia podría
significar para el resultado general la presencia del candidato en
esa zona del país en ese preciso momento en lugar de encontrarse
en sus oficinas de campaña ordenando todo lo conducente al
magno evento que recién
comenzaba? La respuesta a mi
inquietud comenzaría a revelarse
en las últimas horas de la noche
pero debería aguardar el
transcurrir de los días siguientes
para que pudiese responderse por sí sola.
Al Gore no tenía todas las de ganar. A pesar de contar con el
respaldo de toda la popularidad que mantenía el gobierno del
presidente Clinton, los estudios de opinión reflejaban resultados
parejos. Empate técnico es el término utilizado por expertos. Uno
de los puntos que hacía eso posible, de las observaciones que
recuerdo haber escuchado a personas con algún conocimiento de
la política norteamericana en torno a su candidatura y la que me
despertaba mayor atención, era su falta de carisma.
Esa observación se desprendía -‐‑obviamente-‐‑ del simple hecho de
comparar ambas figuras, Clinton y Gore, de lo cual al parecer se
concluye rápidamente que el primero es una figura avasallante.
Todo eso, la popularidad del gobierno, el empuje del presidente y
a pesar de ser Gore un político de tradición -‐‑pues había sido
representante de Tennessee y posteriormente Senador, su padre
de igual modo había tomado parte en la vida pública norteña
como parlamentario, Gore era ademas un político estudioso
(graduado de administrador en Harvard, ademas es abogado y
periodista) y reconocido por su talento el cual lo ha hecho
acreedor de un premio Nobel de la Paz, ademas el Principe de
Asturias, sin mencionar un Oscar como productor de un
documental acerca del calentamiento global-‐‑ no significaba mayor
cosa para representar una amplia ventaja en la ruta electoral en
contra el candidato opositor.
Repito muy a pesar de contar con el respaldo amplio durante la
parte final de la campaña del presidente Bill Clinton, Al Gore
terminó siendo derrotado en los Colegios Electorales por el
“vaquero” George W. Bush....
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