MATEMATICAS

DICTADOS PREPARADOS
1.
Entre tanto, el leve ruido de hojarasca1 indicaba un avance cauteloso. El hombre de las cavernas, oculto tras el tronco, asomaba apenas la cabeza. De la maleza desembocó unanimal, algo como ciervo con cola rígida y husmeaba inquieto, adelantado. EL hombre giró silenciosamente alrededor del tronco, y cuando el cervato2 hubo pasado, cayó de atrás sobre sus cuernos con unáspero ronquido. Durante un momento el animal pudo mantenerse rígido su pescuezo contra los terribles brazos que lo doblaban hacia atrás. Pero cedió , y al sordo mugido y al "crac" de las vértebrasrotas, que cantaban la carne palpitante, la familia lanzó gritos salvajes. Volvieron a la caverna, aunque el padre debió gruñir incesantemente para contener a los cachorros que, saltando, querían clavarlos dientes en la presa.
Horacio Quiroga: Todos los cuentos, “El salvaje”.



2.
Ahora nadie podrá remediar esta vergüenza. El alcalde le ha entregado a mi padre la orden del entierro y mipadre ha dicho: “De todos modos, lo que suceda tenía que suceder. Es como si lo hubiera anunciado el almanaque”. Y yo lo digo con la misma indolencia3 con que se entregó a la suerte de Macondo, fiel alos baúles donde está guardada la ropa de todos los muertos anteriores a mi nacimiento. Desde entonces todo ha venido en declive4. La misma energía de mi madrastra, su carácter férreo5 y dominante,se han transformado en una amarga congoja. Cada vez parece más lejana y taciturna6, y es tanta su desilusión que esta tarde se ha sentado junto al pasamano y ha dicho: “Me quedaré aquí, aplanada7 hastala hora del Juicio”.
Gabriel García Márquez: La hojarasca.


3.
Por fin, la familia entera avanzó. La caverna, vaciada en roca viva y honda de veinte metros, estaba clara aún por la luzque penetraba por una estrecha hendidura en lo alto. El piso blanqueaba de huesos partidos, y de los rincones sin ventilar, de las anfractuosidades8 de las paredes, el olor a bestia subía con...