Memorias de zapata
Eldía que llegamos a la casa de don Emiliano, él se encontraba sembrando -en un terreno que ya tenía arado y preparado- unas pequeñas matas de chile que traía en un ayate del que dos puntas estaban amarradas a su cuello y las otras dos atadas a la muñeca de su mano izquierda. Las matitas que sembraba tendrían de 10 a 12 centímetros de altura y las colocaba en grupitos de dos a cuatro plantitas en cadaagujero del surco que iba haciendo con una coa; lo recuerdo con exactitud vestido como hombre de campo: camisa y calzón de manta, huarache de correa y sombrero de palma.
Del lado izquierdo del corredor estaba la cocina y también del lado izquierdo de la puerta de ésta se encontraba en el interior el tlecuil o fogón sobre el que se colocaba el comal de barro para hacer las tortillas, el tazcalpara guardarlas y tol tenamaztles, que son tres piedras colocadas de modo que puedan ponerse sobre ellas las ollas al fuego; una tinaja grande para agua, el metate, el molcajete, y colgando del techo, un garabato de madera en donde siempre tenían carne seca o longaniza.
En el tapanco se guardaban encostalados el maíz y el frijol que él mismo había sembrado: el maíz en tierra "a medias" y el frijolen un pequeño cuamil, es decir, una pequeña ladera de terreno que él tenía. Esto sucedía más o menos por el mes de octubre.
Una vez repartida la cosecha de maíz de acuerdo a un trato previo con el mediero, que era la persona dueña del terreno en que se había sembrado, llegó a la casa con su burro cargado con dos costales de elotes, uno de cada lado y encima dos o tres calabazas macizas para quesu esposa las hiciera en dulce que colocarían en la ofrenda del día de difuntos.
También cargaba otro bulto de mazorcas en un ayate sobre la espalda; después desgranábamos el maíz en un rodete de olotes amarrado con una reata y hecho también por él, lo poníamos a asolear para que se acabara de secar y una parte de las mazorcas se guardaba en el zincolote o pequeña troje, tanto por si faltaba maízpara el gasto diario, como para seleccionar las mejores mazorcas que serían la semilla de la próxima siembra. Los olotes se ocupaban como combustible para hacer el nixtamal o nextómetl con el que se hacían las tortillas y cuya masa se molía en el metate.
Cuando don Emiliano salía a trabajar al campo, desayunaba muy temprano en la cocina, tomaba un jarro de café negro, muy caliente y aromático,con pan.
Antes de mediodía pasaba a su casa un muchacho a1 que llamaban "tlacualero", porque en un carrizo que cargaba sobre los hombros y por detrás del cuello recogía para cada trabajador el itacate o tlacual que cada mujer mandaba con él para que almorzara su marido en el campo; para transportarlo lo iba ensartando en el carrizo que cargaba. Generalmente la señora mandaba a don Emiliano...
Regístrate para leer el documento completo.