Mercadotecnia

A todas nos gusta mimarnos y una de las maneras de hacerlo es comprándonos algo que simplemente deseamos. El hecho de comprar se asocia al placer y es una especie derecompensa que, en algún momento, todas nos damos. Algunas lo hacemos como respuesta a necesidades emocionales, como cuando nos sentimos estresadas, solas o tristes.
Estossentimientos nos llevan a comprar, acción que cuando es realizada con mesura y de manera conciente, es positiva.
Sin embargo esta actividad llevada al extremo, se convierte en unaenfermedad y puede bloquear el camino al crecimiento emocional y desarrollo de la autoestima. Es en este momento cuando “este mimito” puede perjudicarte más de lo que teimaginas.

Las adictas se autoengañan diciéndose “no puedo dejar pasar este precio”, “es el vestido de mis sueños”, “necesito ese anillo para poder vivir”… pero no se dan cuentade que lo que realmente necesitan es sentirse bien consigo mismas y olvidar su inseguridad.

Las mujeres que sufren este problema son víctimas de un vacío e intentanllenarlo con las compras,

En la actualidad el impulso por comprar es mayor gracias a la cultura consumista y la avasalladora publicidad que nos llega de todas las direcciones,sugiriendo que si tienes “estos zapatos” o “usas ese perfume”, tu vida estará llena de éxito, felicidad y estatus.

Quedamos satisfechas con lo que compramos porquerevisamos la oferta y tomamos la mejor opción, no la única. En las compras y en la vida, las mujeres, a diferencia de los hombres, somos más emocionales. Asimismo, nos dejamosllevar por la atención y la asesoría de los vendedores, el surtido de artículos, colores, tallas…
Para ellos las compras son una necesidad, para nosotras son toda una experiencia.