Mi Experiencia Con El Principito

NO TE VAYAS RINCIPITO


Es curioso ver como con el paso del tiempo vamos cambiando nuestra forma de ver al mundo y también lo que esperamos de éste. Cuando somos niños jugamos a imitar anuestros padres, jugamos a ser profesionistas y a ser padres de familia. En la pubertad deseamos ser adolescentes y en la adolescencia esperamos ansiosamente los 18 años. Cuando tenía 12 años recuerdohaber anhelado mi cumpleaños número 13. Cuando el día llegó, yo me sentía “diferente”: creí haber visto como mi estatura había cambiado, mi ropa ya no era de mi agrado en su totalidad y me sentíacon “mayor libertad”. Recuerdo haber dicho: “Ya no soy una niña”. Ahora que cuento con la mayoría de edad le temo a la etapa adulta. No quiero ser parte de ese peligroso mundo, lo efímero yaburrido de éste me angustia, no quiero pertenecer al mundo desdichado y preocupante al que todos posiblemente lleguemos algún día. Y ese día ya llegó para mí.
En el libro El Principito deSaint-Exupéry puedo ver como desaparece la inocencia y admiración por las cosas que tenemos todos los seres humanos al nacer. Un niño se sorprende del mundo día con día, en cambio el adulto vive el hoy,como vivió el ayer y seguirá viviendo todo su futuro. Para el infante no existen los problemas, si se caen enseguida se levantan, para ellos todo es diversión e ilusión; por otro lado, a losadultos les encanta ahogarse en un vaso de agua. Y lo peor es que postergan sus responsabilidades afianzándose de las adicciones. Estos son unos cuantos ejemplos de lo que ocurre en la realidad de unadulto. Pero existe una buena noticia: El mundo de ensueño que alguna vez presenciamos de niños no es solamente una ilusión. Si no dejamos desaparecer al principito que nosotros conocemos desdepequeños, el mundo nos sonreirá a pesar de todo. Además, recordando que “Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos” podremos alcanzar la felicidad que día con día...