Mini cuento

Nada.
…Una noche oscura y fría, típicas de invierno… caminando voy por el empedrado de la Av. Cienfuegos, la mirada vaga enfocada en el mínimo destello de luz plateada que apenas y se ve por lagran espeses de las nubes…
MI cuerpo helado, sin vida. Sentía como la esencia de mi alma se alejaba de mí con cada respiro, suspiro, herido.
Aun no sé el porqué, él cómo, necesito de alguien, ¿dequién?, ¿será que aquí acabe mi historia?, ó, ¿será el comienzo de una nueva?, no lo sé […]. Siento como el frio cala mis huesos secos, la sombra de la muerte acecha mi corazón, desprotegido, como side pronto lo tomara entre sus largas uñas y en medio de su maldad obstinada extinguirlo de mí para siempre.
…doblo en una calle de cuyo nombre no recuerdo, había un pequeño restaurant, una parejaen la puerta se escuchaban susurrar, en fin, pase de largo sin que ellos siquiera me notaran. Siguiendo un rumbo desconocido, sentí como la tristeza se mudaba lentamente a mis ojos, el cigarrillodejaba escapar un tímido hilillo de humo, justo antes de extinguirse entre mis dedos…
Pasaron varias horas justo antes de que notara que estaba en mi cama, el ruido y cuchicheo de la televisión hicieronque despertara… cansado y adolorido… por alguna extraña razón estaba desnudo y con vendajes en el cuerpo… vagamente mire hacia el ventanal, ahí su perfecta silueta se contrastaba con los rayos delsol, su caótico pelo al ritmo del viento, fuerte y sutil, como cuando te susurra al oído mil y un secretos. Su rostro tan finamente detallado, con la mirada llena de esperanza y paz enfocada en elhorizonte.
En medio de esa paz tan perfecta, mis ojos se llenan de lagrimas, recuerdos, oh buenos recuerdos… de los cuales estoy seguro los hubiera llevado a la tumba […]. Recuerdo la primera vez que lavi, despistada, linda, como siempre, caminando sin dirección, si, aún recuerdo, recuerdo el primer beso que le di en la mejilla sin pensarlo con el pretexto de que tenía que hacerlo porque podía...