Mmmmmm

Descendimos del observatorio cuando el Sol comenzaba a despuntar con pereza. El panorama fuera del observatorio no era nada alentador, habían cadáveres llenos de heridas por todas partes, y elambiente revelaba una ola de destrucción que sólo podía atribuírsele a seres sobrehumanos, seres sin límites físicos ni mentales.
Al descender, nos dimos cuenta de que las aves parecían haber huído de laisla, algo muy extraño en el clima tropical en el que nos encontrábamos. Los gorriones no aparecían por ningún lado, y no había rastro alguno de cualquier otro tipo de animal, ya fuese grande opequeño.
No culpo a los animales, desde que se desató el infierno yo no querría estar en este planeta, hubiese dado cualquier cosa por escapar en una nave espacial.
Cuando terminamos el descenso, otratétrica escena nos acogió. Decenas de cadáveres adornaban las calles como si fuesen las bolas navideñas del árbol del infierno; paredes manchadas de sangre ya ennegrecida por el viento y el polvo… Era unapostal de cómo debe de verse el hades.-¿Qué va a ser del mundo?- Preguntó incrédula Paola.

-No te preocupes cariño, nada te pasará mientras estémos vivos y podamos seguir.- Dijo Jhon en un intentode calmar a su pareja.

-Destruímos el mundo una vez y le pondremos solución,-dije con voz hueca- pero por ahora preocupémonos por salir de esta isla. Las reservas alimenticias son pocas y no creoque sea buena idea estar atrapados con un ejército de esas cosas. Creo que deberíamos ir a comisaría y buscar armas y supervivientes, además, puede que tengan una radio para comunicarnos con alguieny pedir ayuda.

-Y después ¿qué?¿ Iremos hasta el aeropuerto y buscaremos la manera de salir de aquí?.-Agregó Jhon.

-No es una buena idea, anoche deberían haber unas 2000 personas en elaeropuerto y sus alrededores, si esas cosas aparecieron ahí, supongo que deben haber ,por lo menos, unos mil muertos vivientes. No creo que quieras exponerte a un ataque de 333 muertos contra ti.-Apunté...