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1. Introducción.

La escasez de vivienda en los sectores populares, que se suma a todo un espectro de marginalidad estructural, tiene efectos a nivel personal, familiar y social, formando un todo inseparable llamado costo social. Ello contribuye a aumentar la marginalidad socioeconómica y política de los sectores de ingreso mínimo, donde la falta de vivienda es sólo una de sus tantasmanifestaciones (Puga, 1979). Esta problemática específica que deben enfrentar los sectores de bajos recursos, es denominada déficit habitacional; concepto que define los estados de carencia en la satisfacción de necesidades de alojamiento de los hogares (MIDEPLAN, 1998).
Los efectos de la vivienda insalubre, producto del déficit habitacional, contribuyen a marginar más aún a estas familias del acceso alos derechos sociales, como la educación, la salud, el trabajo y la convivencia social. Así, la situación habitacional de los desposeídos viene a ser, junto con otros factores, efecto y a la vez causa de su marginalidad estructural (Puga, 1979).
De esta manera, el hacinamiento constituye el indicador más grave del déficit habitacional, debido a la amplia gama de efectos negativos que trae consigo,los cuales repercuten a nivel personal, familiar y en la integración a la comunidad. Atenta contra la salud, en tanto conlleva alteraciones que facilitan la transmisión y mantención de enfermedades físicas. Además produce alteraciones psicológicas, como por ejemplo, desequilibrios emocionales y problemas de autoestima. Por último, se originan alteraciones psicosociales cuyos efectos se pueden veren la obstaculización del reconocimiento de cada miembro de acuerdo a su posición esperada, sexo y edad. La carencia de espacios internos se suple con el uso de espacios externos, aumentando la exposición, sobre todo en adolescentes, a situaciones de riesgo, como por ejemplo, el abuso de drogas (Puga, 1979).
Los hogares sin casa han sido identificados, en el caso de Chile, con el fenómeno del“allegamiento”. De acuerdo con los estudios realizados desde que este fenómeno adquirió relevancia en la década de los 70, los hogares sin casa solucionan su problema de alojamiento compartiendo la residencia con otro hogar, que los acoge. Esta situación se manifiesta en la convivencia de dos o más hogares en un local habitación o en la convivencia de dos o más viviendas en un predio residencial(MIDEPLAN, 1998).
Estas manifestaciones se identifican como allegamiento externo, en vivienda y en sitio respectivamente. En ellos se refleja la carencia de autonomía residencial de los hogares sin casa o allegados y, además, afectan la autonomía residencial de los hogares que los acogen u “hogares receptores”. Paralelamente, se ha observado otro fenómeno de similar naturaleza, pero aún máscomplejo; es el caso de familias que no han logrado aún su autonomía económica, y que por ello comparten presupuesto de alimentación y vivienda con otra familia. Este fenómeno se identifica como “allegamiento interno”. Estos dos tipos de allegamiento, corresponden a la población que constituye el “deficit cuantitativo de la vivienda”.
El allegamiento implica entonces un deterioro en la calidad devida de los hogares que acogen a los sin casa, por lo cual los afectados por este problema representan un universo mayor. Por tal razón, para medir la calidad de vida del conjunto de los hogares se amplía el concepto de hogares allegados al de hogares con "allegamiento", que incluye a todos los afectados (CASEN, 1998).
Se puede reconocer la gran cantidad de hogares afectados por esta problemáticaa partir de los resultados de la CASEN 2003, los cuales indican que aquellos hogares que se hallan dentro de la problemática del déficit de habitabilidad con allegamiento corresponden a un 34,4% de la población. De modo más específico, en las zonas urbanas, los hogares con allegamiento constiyen un 33,8% del total de los hogares pertenecientes a la zona urbana, mientras que en las áreas...