mujeres encarceladas

Spanish Women Writers
12 Diciembre 2011

CONDICIONES EN LAS CÀRCELES FRANQUISTAS

Durante y después de la guerra civil española 1936-1940´s, un gran número de mujeres fueron encarceladas. Muchas de ellas menores de edad, así como otras de edad avanzada. En este ensayo pretendo demostrar utilizando el libro La voz dormida de Dulce Chacón, así como otras fuentes, las precariascondiciones y los sufrimientos que padecieron estas mujeres en las cárceles franquistas. Chacón describe en su libro lo siguiente. “No, en este momento no le interesa conocer las causas de la suciedad que las rodea, ni de las enfermedades que padecen por falta de higiene que Sole se empeña en enumerar: Tiña, tifus, piojos, chinches, disentería, esto es una indecencia” (146). Las reclusas sufrieron mucho,en gran parte, debido a las condiciones a que fueron sometidas: El hacinamiento, el deterioro de la salud exacerbado por la pobre y deficiente alimentación, así como las torturas y los castigos constantes recibidos en las cárceles.
Víctimas de la represión y violencia franquista, fueron muchas las mujeres que padecieron y perdieron todo por lo que habían luchado. Sometidas aun intenso martirio el cual tuvieron que llevar, algunas por muchos años. Las mujeres prisioneras tuvieron que soportar humillaciones y vejámenes de todo tipo, acompañados por la saña y sed de venganza del bando vencedor. La cantidad real de mujeres encarceladas, e igualmente el número de fallecidas, ya sea por fusilamiento o por enfermedad es actualmente desconocido.
El hacinamientoprovocado por la sobrepoblación carcelaria, fue uno de los tantos sufrimientos que tuvieron que vivir las prisioneras, como se muestra en esta cita de la voz dormida. “Se queja de que los pasillos y las escaleras se hayan convertido en dormitorios, y de que haya que saltar por encima de las que están acostadas para llegar a los retretes (146). De igual manera lo documenta Hernández, “El simple hechode que las distintas galerías no pudieran cerrarse ni aislarse entre sí ilustra cabalmente el grado de hacinamiento y de caos de la prisión. Hasta el menor espacio era aprovechado: pasillos, escaleras e incluso cuartos de baños” (139). El alto número de presas era tan elevado que en una celda diseñada para dos reclusas convivían hasta doce de ellas, lo que Mangini presenta de la siguiente manera.“The female prison most documented and described is Madrid´s Ventas Jail. Yet statistics on the prisoners even there vary by the thousands. The libro blanco sobre las cárceles franquistas mention 10,000 women at one time; other sources speak of up to 14,000” (101). En la Cárcel de Ventas en Madrid, la cual fue diseñada para albergar 500 reclusas, llegó a tener más de 10,000, lo que provocó unhacinamiento inhumano, el cual creaba las condiciones ideales para el deterioro tanto físico como sicológico de las prisioneras, Cuevas lo registra de la siguiente manera:

A nosotras nos pusieron en una sala, que había sido de las duchas, cuando la cárcel funcionaba bien, había una caldera, duchas y cuartitos con bañera y allí nos instalaron, hasta en los cuartos de baños nos tenían que meter. Dondeestaba instalada en otros tiempos la calefacción, por la caldera del agua entonces nosotras durante las noche teníamos que estarlas espantando [a las ratas], haciendo ruido, moviéndonos, para que no pasaran por encima, por encima de mi cara saltaron muchas veces las ratas (Cuevas, II, 1985: 261).

Al mismo tiempo, el hacinamiento propiciaba la proliferación de todo tipo de alimañas, lo que a suvez unidos a la poca higiene y la mala alimentación, provocaban muchos padecimientos, y por ende el deterioro de la salud, lo que en un gran número de casos conllevó a la muerte de muchas reclusas.
El hecho de tener que convivir en espacios tan reducidos le provocaba a las prisioneras muchos problemas de salud. El calor o fríos constantes, así como también la falta de cuidado...