México Y Su Educacion
Existe un paralelismo entre la concepción del “ser” del maestro y el discurso dominante sobre la función social de laeducación, enmarcado en el contexto global de la discusión sociológica sobre las instituciones. Los planteamientos derivados del estudio de las instituciones permean el inventario de títulos, nomenclaturas yetiquetas dadas al profesor “de banquillo”, es decir, al maestro común, quien desde su salón de clases realiza cotidianamente su labor; sin embargo, el concepto de maestro es pensado en su dimensiónabstracta, construyéndolo por sus atributos imaginados, más que por su devenir concreto, el cual se toma como incuestionable, como el “deber ser” anidado en el discurso socialmente aceptado.
Lasdefiniciones de profesor han funcionado, en un primer momento, para esconder la condición real del enseñante, y en un segundo momento, para desnudar su realidad. Se ha avanzado de las distincionesadulatorias (y quién desprecia el que se le considere un apóstol, agente de cambio social, moderno profesionista), a una serie de revelaciones fatalísticas igualmente metafóricas (quién se vanagloria de sercarcelero, instrumento de poder, robot del sistema).
Decir apóstol y agente de cambio social, implica pérdida de especificidad concreta, imaginario social manipulado, son figuras retóricas que escapana una delimitación precisa del trabajo docente. Decir, por otra parte, carcelero, robot, enfermo, burócrata, implica situar al docente en un espacio concreto (cárcel-escuela, hospital-escuela,...
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