Nada

El buen servicio y el buen trato: Que no surten efecto

Las paradojas que existen alrededor del cierre de Luz y Fuerza del Centro se mantienen vivas y están ahora de
lado del usuario/cliente, pues la promesa del “buen servicio” y del “trato amable” queda incumplida ante la
incapacidad de la clase política para reconstruir las mediaciones que permitan dar sentido a la reestructuración
yla modernización del servicio público de energía eléctrica. La promesa de un servicio de calidad exige
analizar, sin embargo, las condiciones en las que éste se produce, el estado de la infraestructura eléctrica, la
capacidad de transformación de electricidad ampliamente rebasada en zonas críticas, la distancia entre los
puntos de generación y de consumo, entre otros tantos aspectos decarácter técnicos y operativos; pero
también, las inconsistencias de la política energética y tarifaria, así como las “lagunas” e impresisiones que
existen en el marco del servicio público de energía eléctrica.
La tesis central de este artículo es que la coherencia productiva: el servicio de calidad, como el ideal que se
expone en el discurso oficial, exige poner a discusión no sólo laimplicación en el trabajo y su organización,
son también las repercusiones de la política energética y tarifaria en la prestación del servicio. A partir de este
ensayo, se busca situar, en su dimensión histórica, el conflicto entre el Sindicato Mexicano de Electricistas y
el Gobierno Federal; “comprender” las tensiones que se crean antes del cierre de la empresa y del despido
colectivo: la disputapor la viabilidad de la empresa en el contexto de la reorientación y reorganización del
sector eléctrico, de la desmitificación del servicio público de energía eléctrica y de la “política de la
despolitización” del mercado eléctrico; es decir, en el proceso de ajustes graduales y modulados en el sector
eléctrico que encuadran la reconversión del servicio público al modelo de mercado; proceso,en el cual, la
tarjeta de prepago es uno de sus eslabones.

Introducción
El conflicto entre el Gobierno Federal y el Sindicato Mexicano de Electricistas se inscribe
no sólo en el debate sobre lascondiciones en las que se produce el servicio público de
energía eléctrica y en las consecuencia de las restricciones presupuéstales en la
infraestructura eléctrica; sino también, en el marcode la disputa que existe -desde hace
tiempo- para precisar los contenidos de la restructuración de la empresa pública y para
definir los contenidos de las reformas estructurales que se encuadran en la llamada “agenda
por la competitividad”. En este sentido, este conflicto va mas allá del argumento esgrimido
por el Poder Ejecutivo al subrayar que los costos operativos y laborales de Luz yFuerza del
Centro recaíaninjustamente en la colectividad; pues además de que es necesario debatir la
coherencia productiva; es decir, la combinación de recursos humanos, técnicos y
financieros en la recomposición del servicio; debemos analizar, también, la disputa política
e ideológica alrededor de los criterios con los cuales se orienta la política energética en el
país y susrepercusiones en el espacio socioproductivo (tema que abordaremos en este
espacio); esto al considerar que la empresa pública de energía eléctrica es prácticamente
una empresa de gobierno y no de Estado. En este ensayo analizaremos, en consecuencia, la
recomposición del servicio público de energía eléctrica y en particular el caso de Luz y
Fuerza del Centro, donde observamos, por una parte, el usoparcial de la información y de
losdatos técnicos con fines políticos al combinarse con un escenario mediático -que llama
la atención por su efectividad como dispositivo en la neutralización de lo político1- en el
que entran en juego las figuras delbuen trabajador y delbuen servicio con el objetivo de
descalificar laboral, política y moralmente a los trabajadores afiliados al Sindicato...