Natacion
– Usted debe ser Adele. – afirmo el vejete.
– Si, la misma y desde ahora le digo adiós. – me voltee pera irme.
– Un Momento no puede irse así.
– Si, si puedo y usted no puededetenerme.
– El no, pero yo si. – Dijo una voz a mi espalda. Volví la vista para encontrarme con lo que podría comparar con una puta pared humana. – Siéntese señorita Johns. Tenemos quehablar un momento antes de que entre a clases.
De mala gana me senté frente al escritorio. Parece que el vejete era el sub-director. Y la pared humana que podría compararse con un luchador y teniacarácter de Buldog era el director.
– Antes que nada. Bienvenida a la Preparatoria de Seattle…
– Si, como sea – lo interrumpí – déjese de presentaciones, no estaré aquí tanto tiempo.Es más – me levante – ya me voy.
– Siéntese. – espeto el imbecil. Espero a que me sentara para volver a hablar – Y se equivoca en algo. Por más que haga de esta escuela no será expulsada.Soy amigo de tu padre, y si el no te puso en cintura lo voy a hacer yo. – cuando dijo eso no pude hacer otra cosa que reírme. – De que te ríes.
– Me rió por que es un estupido. No sabe cuantagente ha dicho lo mismo y a la larga sigue siendo la misma mierda: Lo lograste Adele, ya no estudiaras aquí. Y aunque tarde, siempre consigo lo que quiero.
– Toma tu horario – puso un papelfrente a mi – el sub-director Ryner te acompañara a tu aula. Ahora largo.
– Si, Buldog… Es decir señor.
Me levante de la silla, y camine hacía la puerta. Al salir vi los pasillos desiertos,y comencé a caminar hacía la puerta principal cuando de pronto el vejete me tomo del codo y me llevo hacía la maldita aula. Al llegar toco la puerta, la cual se abrió al instante por un hombre con...
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