Njoisjafpo

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 ¿Son los helicópteros  volando en formación o sus intensos bombardeos destruyendo la floresta y tratando de aniquilar  a los habitantes –avatares o animales- lo que nos recuerda a Viet Nam? ¿O se trata únicamente de una especia de deja vu de la que sufrimos todos los que pertenecemos a la generación de “Nam” y que hacemos estas asociaciones libres?
 
 
Cualquiera que sea la posiciónde cada uno, es posible que Cameron, el director de esta película en 3D haya construido más un film con tantos simbolismos como con los 400 millones de dólares que se emplearon en la producción de unade las películas más caras de la historia del cine.
 
El argumento es el clásico del cine “de conciencia”  o de denuncia, como acostumbrábamos a llamar este tipo de filmes en el pasado no tan remotoy que podríamos resumir así: la tierra –sí, nuestro planeta- se queda sin algunos recursos vitales y hay que salir a buscarlos donde sea, que en este caso  se encuentran en un pequeño planeta llamadoPandora (¿otra asociación libre con la caja aquélla?).
Pandora, está habitada por toda clase de animales increíbles y los más inteligentes de los “salvajes” (como los llama el terráqueo jefe militarencargado de la operación de limpieza) son los avatares, estilizados, altos y verdes que han entrado en una relación panteísta con todo el ambiente, dependiendo de su entorno y adorando la divinidado divinidades alojadas en Pandora.

 
 
Este punto es precisamente lo que ha puesto a muchos cristianos en conflicto con esta película ya que implica una espiritualidad evidente aunque equivocada. 
Para los terráqueos científicos y militares encargados de explorar y de explotar los recursos minerales de Pandora la única solución es que los avatares se “muden” a otro extremo de su planeta osean exterminados junto con su ambiente/
 

 
En forma paralela, los componentes científicos de la expedición planetaria crean a unos avatares similares a los del planeta original, pero la...