Orientando el eje hacia una acción educativa para la inclusión. percepciones sobre la función del educador en hogares de permanencia.

Orientando el eje hacia una acción educativa para la inclusión.

Percepciones sobre la función del educador en Hogares de permanencia.

ACCESO[1]: MARIAN CARINI; VALERIA JUNCAL;
HERNÁN LAHORE; GONZALO LÓPEZ;
RUDYARD PEREYRA; DIEGOSILVA.

RESUMEN
Este trabajo analiza, partiendo de una exploración de campo[2], algunos supuestos que orientan el trabajo educativo en Hogares de permanencia donde residen adolescentes. Nos interesa aproximarnos a los presupuestos que orientan a los educadores cuando intentan reconstruir la relación educativa desde la visualización de sus roles y funciones.
Tomamos las perspectivas de loseducadores construidas a través de las verbalizaciones registradas en las entrevistas para analizarlas desde una visión educativo social. Se pretende discutir el eje de las orientaciones de los educadores sobre el área educativa para redimensionar el lugar del Hogar de permanencia como ámbito de inclusión.
Estos Hogares, en tanto centros de residencia, se constituyen como dispositivos institucionalesde la política social del Estado que pretende dar respuesta a niños, niñas y adolescentes que por diversas circunstancias carecen temporal o definitivamente de un entorno familiar donde vivir. La situación de la infancia y la adolescencia de nuestro país, y en particular la de niños, niñas y adolescentes internados, está marcada por aspectos fuertemente discriminatorios[3]. Ello se expresa en trescomponentes que describen la subordinación de éstos niños y adolescentes: violación de los derechos económicos, sociales y culturales[4]; ausencia de reconocimiento de los derechos civiles y políticos[5],[6]; incremento del control penal sobre los adolescentes pobres[7].
En este contexto de no concreción de ciudadanías, debemos pensar la programación de un Hogar sobre la base y el respeto delos derechos humanos, centrando sus acciones en términos concretos de validación y acceso al ejercicio de los mismos. Ello supondrá entre otras cosas, para nosotros los educadores, asumir nuestra co-responsabilidad en la inserción cultural de los sujetos que residen en estos hogares, de allí que devienen efectos sociales, tendientes a su inclusión y participación social.

INTRODUCCIÓNPodemos comenzar esta exposición partiendo del mandato que establece el nuevo Código de la Niñez y la Adolescencia [8]de que toda medida de internación de niñas, niños y adolescentes[9] (NNA) debe ser excepcional, justificándose únicamente en aquellos casos donde ya se hayan agotado otras estrategias de asistencia familiar que posibiliten su permanencia en el marco primario de socializacióny desarrollo.
En los casos en que la internación por protección en Hogares de permanencia[10] cobre sentido, la finalidad principal ha de ser siguiendo las palabras de Ferrandis A.[11] “[…] la creación intencional y planificada de un marco consistente que asegure las condiciones optimas para el desarrollo y la socialización” del adolescente que no puede ser reintegrado a su familia porqueno posee “un entorno que satisfaga sus necesidades biológicas, afectivas y sociales”. La institución deberá entonces “disponer de todos los recursos para que en cada etapa de su crecimiento se facilite: el desarrollo de su identidad personal, el desarrollo de su mundo relacional, la integración en la cultura y la sociedad”
La realidad de las políticas de infancia y adolescencia de nuestropaís marcan que no siempre se agotan acciones que impidan la separación del sujeto de su medio familiar y/o que atiendan las causas de la internación (aspectos socioeconómicos, conflictos familiares, entre otros. Tampoco se encuentran estrategias claras que posibiliten a mediano plazo la desinstitucionalización de los adolescentes internados.
Los Internados deben garantizar y promover el...