Pedagogia
Facultad de Educación
Departamento de Investigación
Evaluación del niño en Atención Temprana
1.‑ Objetivos de la Evaluación.
La evaluación se lleva a cabo con varios objetivos: ‑ Tratándose de la evaluación inicial, para valorar el estado evolutivo del niño antes de iniciar un tratamiento propiamente dicho y para poder valorar con posterioridad, mediante una re‑evaluación, los resultados de dicho tratamiento y la evolución del niño. ‑ Como punto de partida para la elaboración del Programa Individualizado de Intervención en Atención Temprana, ya que los resultados de la evaluación nos aportarán un nivel de desarrollo base del niño. ‑ Como fuente de información para otros profesionales ajenos al centro y para la familia.
Es importante resaltar dos cuestiones de tipo práctico: 1. No se considera oportuno poner al niño en “situación de examen” para su evaluación, ya que el nivel de respuesta puede variar de una sesión “artificial” a otra; e igualmente no sería válida una evaluación puntual. Es por ello que preferimos hablar de ʺproceso de evaluaciónʺ: En niños pequeños, tengan o no déficits sensoriales, motores o retraso del desarrollo, la evaluación ha de concebirse como un proceso y no como un acontecimiento puntual. A estas edades tempranas, sólo cuando la evaluación es entendida como proceso, puede responderse al verdadero nivel evolutivo del niño. Esta es otra razón más que nos lleva a defender la figura del psicólogo‑terapeuta de Atención Temprana, el cual puede realizar diariamente ese proceso evaluativo, aprovechando la observación en entornos naturales o situaciones espontáneas. 2. La evaluación ha de ser comprensiva. Se hará hincapié, no sólo en los déficits, sino en la posible causa de éstos y en sus posibilidades de recuperación (observación no solo de las limitaciones, sino también de las habilidades).
1
2.‑ Técnicas utilizadas y sus problemas.
Para la evaluación global del niño se utilizan básicamente dos medios: Las técnicas psicométricas, las cuales suponen un intento de valoración cuantitativa; y la observación sistemática del niño como forma de valoración cualitativa.
2.1.‑ Técnicas psicométricas.
Con respecto a las técnicas psicométricas, en edades muy tempranas (de 0 a 30 meses) se utilizan los denominados ʺbaby‑testsʺ, los cuales evalúan las respuestas del niño ante determinados estímulos (percepción, acomodación,…) o el nivel de desarrollo del niño por áreas evolutivas. Así pues, las pruebas más utilizadas dentro de los denominados baby‑tests son: a) Escala Brazelton de Valoración del Comportamiento Neonatal (NBAS), de Brazelton y Kevin. Edad: Neonatos Objetivo: Identifica tres tipos de respuestas de la conducta psicofísica del neonato: 1. Aproximación: El input se ofrece cuando el niño está preparado para interactuar (sonrisa social, contacto visual...). 2. Estrés: Cuando el input recibido es muy intenso (giro de cabeza, parpadeo, arquea el cuerpo...). 3. Autorregulatorias: Comportamientos del niño para mantener su equilibrio e interación de los sistemas (succión voluntaria con chupete o su propio dedo). b) Escala para medir el Desarrollo Psicomotor de la Primera Infancia de Brunet‑Lezine. Edad: De 0 a 30 meses. Ampliada hasta los 6 años. Objetivo: Evaluación del nivel madurativo del niño en las cuatro áreas que explora: (P) Control postural (C) Coordinación óculo ‑ motriz (L) Lenguaje/Comunicación (S) Sociabilidad/Autonomía Características: Permite obtener una Edad de Desarrollo y un Cociente de Desarrollo ...
Regístrate para leer el documento completo.