Pensamiento del ser
Las empresas buscan asegurar y mejorar su competitividad por medio de esfuerzos, acciones y decisiones orientadas a que garanticen sistemas y activos operando de manera eficiente y eficaz; clientes y usuarios satisfechos; riesgos reducidos; mínimos incidentes ambientales y costos óptimos. Así los propietarios, la comunidad, los empleados y los clientes se sienten en un entorno “confiable”. El cambio de condiciones de las economías, la competencia, la presión para reducir y hasta eliminar el desperdicio de recursos; instalaciones con mayor complejidad, el aumento del impacto y significado de los paros y las reparaciones en la interrelación de unidades productivas y de servicios, generan una mayor exigencia al concepto de: “ser confiable”, y la mejora de la “confiabilidad” adquiere un papel protagónico en el desempeño de la empresas; que en consecuencia se obtiene: tiempos de detención breves, baja cantidad de fallas y niveles de accidentes, uso adecuado de los recursos, mínimo impacto ambiental y reducidos efectos negativos en la imagen de la compañía; factores estos que desempeñan un papel decisivo en el éxito empresarial. Las nuevas tecnologías han ampliado las tareas, responsabilidades y requerimientos en cuanto a tiempos, calificación, exactitud en la ejecución y organización de las mismas. Como en épocas anteriores, el mantenimiento fue administrado para dar soluciones de manera reactiva a daños en los equipos o instalaciones, las respuestas de mantenimiento después del pánico y la presión fueron un gran número de recriminaciones y demostraciones de arrepentimiento, prometiendo “más mantenimiento” o un “mantenimiento adecuado”. En consecuencia, existen algunas empresas donde el mantenimiento que se hace es poco útil y algunas veces hasta perjudicial. Esta visión domestica, básica y hasta reducida del mantenimiento, trabajando sólo para evitar paradas y manipulando datos, es reactiva. La administración de recursos tiene que ser realizada en una forma proactiva, progresiva y constructiva. Esto quiere decir: Hay que “conectar” el mantenimiento con los objetivos empresariales. Lo anterior puede lograrse, construyendo un esquema paso a paso para lograr superar etapas definidas y verificables. La determinación de este camino o ruta está dada por un reconocimiento de las debilidades y de las fortalezas de la gestión mantenimiento, para tener una visión de un estado deseado expresado como objetivos. Estas metas son justificables si se relacionan con
CONFIABILIDAD Y EVOLUCIÓN DEL MANTENIMIENTO
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los resultados de la compañía y no sólo los resultados operativos del mantenimiento. En los últimos años, ha sido una constante la realización de una serie de esfuerzos dirigidos a lograr la reducción organizacional; a esto se suma expresiones tales como: “aplanamiento”, “reestructuración” y “globalización” como parte del entorno. De otro lado empezaron a influir cambios importantes en las organizaciones: el papel real del mantenimiento y el concepto de “confiabilidad”. Todo lo anterior significa, que para poder mostrar que se es competitivo y exitoso es necesario usar mediciones de factores claves como son: la calidad, la productividad, la rentabilidad, la imagen, la seguridad y la integridad ambiental, que en su conjunto expresan el desempeño. A estos factores las empresas han “agregado” otro muy importante como es la “confiabilidad”.
2. EL CONCEPTO DE CONFIABILIDAD
La palabra confiabilidad se usa ahora con mucha frecuencia desafortunadamente algunas veces lo hacen ...
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