Pensar el furuto

Pensar el futuro
(Presentación)
Wenceslao Castañares

Las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación se han convertido en algo ineludible. Lo
son para el ciudadano medio, que se las encuentra en la
calle, en el trabajo, en el hogar. Lo son para el empresario
y para el profesional, que han de integrarlas en sus
organizaciones. Lo son para el intelectual que, además de
usarlascomo herramientas de trabajo, se ve obligado a
pensar sobre ellas. Lo son incluso para aquellos que las
detestan. Las nuevas tecnologías tienen nombres, como
televisión digital, teléfono móvil, ordenador personal,
multimedias, CD-ROM, software, hardware, redes,
Internet, correo electrónico, grupos de discusión o de
noticias, World Wide Web (la Web)…; nombres cada vez
más familiares porquedesignan una realidad que,
convertida también en objeto de consumo, forma parte
del hábitat en que se mueven decenas de millones de
personas en todo el planeta.
Las transformaciones que gracias a ellas se están
produciendo son tan profundas, que estamos viviendo
uno de esos raros momentos históricos que con razón se
llaman revolucionarios. Esta nueva época, llamada en un

principiopostindustrial y postmoderna, tiene ya nombre
propio: Era de la Información. A mi imagen y semejanza
de la revolución industrial, que tuvo un motor, la
máquina de vapor y nuevas fuentes de energía, la que
está en marcha tiene el suyo: la información y una
enorme capacidad para transformarla. De modo
semejante a lo que ocurrió entonces, se están
produciendo también cambios muy profundos en elcampo económico, social y cultural. Así lo demuestra
Manuel Castells en una obra (La Era de la Información.
Economía, sociedad y cultura) que acaba de aparecer en
castellano y en inglés y de la que Revista de Occidente
adelantó en su número anterior la conclusión del tercero
y último de los volúmenes que la componen.
Pero esta revolución apenas está empezando y,
debido a la rapidez de losacontecimientos, no resulta
fácil adivinar lo que el futuro inmediato nos depara. Por
otra parte, la simple comparación con lo que fue la
revolución industrial tampoco permite contestar todas
nuestras preguntas. Lo que define a nuestra época es,
como hemos dicho, la alianza de la información con las
nuevas tecnologías. Pero eso no es nuevo. Podemos
establecer paralelismos con otros momentoshistóricos en
los que encontramos aliados esos mismos factores. Así
ocurrió con la invención de la escritura alfabética y la
imprenta. Lo que entonces provocó el cambio
revolucionario fue la invención del alfabeto, un
procedimiento de escritura universal – es decir, aplicable
a todas las lenguas- y la mecanización del tratamiento de

la información. En nuestra época estamos asistiendo aalgo semejante: en primer lugar, a la invención de un
nuevo sistema de escritura todavía más universal que el
alfabeto: el lenguaje digital. Ese lenguaje consta sólo de
dos signos, 1 y 0, pero son suficientes para reescribir y
combinar cualquier clase de información visual, auditiva,
y –según se nos anuncia- olfativa; en segundo lugar, a la
construcción de máquinas ultrarrápidas que nospermiten
el tratamiento de la información digitalizada y su
transmisión a la velocidad de la luz a cualquier lugar de
la tierra y del espacio circundante.
Fueron aquellas revoluciones que tendrían con el
tiempo enormes repercusiones culturales, sociales y
económicas;
pero
produjeron,
además,
otras
transformaciones también muy significativas. El paso de
la oralidad a la escritura supuso laexteriorización de la
memoria y la objetivación del pensamiento, lo que
permitió un examen más prolongado de los significados y
la individualización de la experiencia. Las energías
mentales liberadas de este modo contribuyeron también
de manera decisiva a la expansión del conocimiento
disponible. Pero éstos no son más que los inicios de un
proceso que exacerbaría la imprenta, a la que hay...