Platón
En general, la poesía es una mimesis (o copia fantasmagórica) que se centra en la
imitación de las acciones derivadas de las pasiones humanas, mediante el lenguaje, el
ritmo y la armonía. Hay dos tipos de mimesis: mimesis icástica y mimesis fantástica.
La icástica es la propia de la ficción naturalista por su fidelidad al natural. Por ejemplo
en Las uvas de Zeuxis, donde iban a picar los gorriones. Reproducción
estéril de una apariencia.
La fantástica es la propia de la ficción no naturalista que se aleja del modelo sensible, a la
que Platón censura y considera un estadio más bajo respecto a la Idea. Por ejemplo en la
Atenea de Fidias vemos proporciones violentadas: 12 metros de altura que crean una
percepción engañosa y pervierte un grado más la realidad.
En líneas generales, las dos resultan inoportunas para la educación en un “Estado ideal”,
perfecto.
EL IÓN
LA POESIA EN EL IÓN: Es una especie del género del logos (del discurso) sometido al
ritmo que “seduce” o “encanta” a el alma y mágicamente la transforma.
EL POETA EN EL IÓN: No es un mero imitador, es un intérprete de los dioses. En su
pasividad es un escuchador de las Musas, y en su actividad establece un vínculo con los dioses: está “endiosado” y “poseso”, “entusiasmado” (teoría del “furor” poético). La obra
descansa sobre esa fuerza divina que, “como la piedra imán, magnetiza al poeta, al rapsoda y al público” (gran cadena de anillos de hierro que penden unos de otros).
LA REPÚBLICA
Platón ya tiene en cuenta su proyecto político‐pedagógico.
EL POETA EN LA REPÚBLICA:
Despojado de su aureola sobrenatural (es un “falso hacedor”) y lo convierte en un simple
modulador de palabras que no comunica la Idea (esta tarea de búsqueda es propia ahora ...
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