Platon carta vii
Platón establece que en su época -basándose principalmente en la vida en Italia y Sicilia- regia un estilo de vida decadente que a su vez, desprestigiaba la vida política. Era unaépoca en que era difícil encontrar “compañeros de confianza” (Platón, 91) y en que los hombres creían necesario “gastarlo todo en excesos” (Platón, 92), es decir, eran indolentes en todo menos los banquetes, bebida y placeres sexuales. Por consiguiente, ningún ciudadano era capaz de vivir una vida conforme a la ley y a su vez, nunca pudieron ser personas sensatas y jamás pudieron alcanzar la mesura ylas otras virtudes que Platón enseñaba. Del mismo modo, la vida política se plagaba del mismo carácter ocioso. Todas las ciudades fueron encabezadas por “malos regímenes políticos” (Platón, 91) que nunca dejaban de alternar entre tiranías, oligarquías y democracias en que sus gobernantes no soportaban la idea de un régimen político justo y equitativo. En síntesis, se había creado un sistema que eraincorregible a menos que se cumplía una de dos posibles alternativas que proponía Platón; que “los que filosofan recta y verdaderamente alcance[n] el poder político” (Platón, 92) o que los gobernantes se conviriteran en filosofos. En ambos casos, segun el pensador griego, el filósofo era el que debería gobernar, es decir, el filósofo rey.
Para que el filósofo rey pudiese gobernar, Platóninstruye un ‘deber ser’ en el sentido de que deberían existir una serie de leyes y un moral ideal en la ciudad. Por una parte, es necesario que un pueblo libre sea regido conforme a “leyes que les conviniesen y fuesen las mejores” (Platón, 109), leyes que fueron establecidos por los mejores griegos escogidos por aquellos en el poder que tenían como su fin la “salvación” (Platón, 111) de la ciudad.Asimismo, el imperio de las leyes requiere que aquellos que viven en la inestabilidad política dejen a un lado sus deseos malvados (sean de venganzas o rencores) y deben dominarse a sí mismos para establecer las leyes imparciales necesarias.
Por otra parte, Platón expresa que no puede haber una buena política sin ciudadanos morales, y esto lo explica principalmente en una alegoría entre elenfermo y el médico, alegoría en que el filósofo o consejero político es el médico mientras que el gobernante ocupa el rol del enfermo. Para que un filosofo pudiese prestar sus consejos a un individuo enfermo, es decir un gobernante tirano, es necesario partir por “cambiarle el régimen de vida” (Platón, 100). Si esto no resultara así, sería incorrecto e incluso “poco varonil” (Platón, 100) aconsejar adicho individuo no-recto. Efectivamente, Platón opinaba que solo se debe aconsejar a aquel que vive una vida dichosa; sensata y sometida a la justicia y para lograr esto, es necesario que a los hombres se les “crie y eduque rectamente en la moral” (Platón, 109), y de este modo, los hombres pueden anhelar a los mayores bienes para ellos mismos y también para la ciudad.
El filósofo rey fueesencialmente una idea que Platón intento plasmar –como una oportunidad única- sobre la figura del tirano Dionisio, cuyo nombre y forma de vida se asimila a gran medida con el dios griego Dionisio: dios del arte, cultura y el goce. Tanto el dios como el tirano poseían un interés por la “filosofía y la formación cultural” (Platón, 95) pero vivían y se dejaban llevar por los placeres de un mundo...
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