politica britanica en el rio de la plata
Serie Clásicos
Dirigida por Ricardo Piglia y Osvaldo Tcherkaski
Raúl Scalabrini Ortiz
Política británica en el Río de la Plata
Raúl Scalabrini Ortiz
La Biblioteca Argentina
Serie Clásicos
Raúl Scalabríni O r t k
Política británica en el Río de la Plata
© EDITORIAL PLUS ULTRA
© de esta edición: 2001, Editorial Sol 90
Licencia editorial para AGEA,S A.
Diseño cubierta e interiores
Cases i Associats, S A.
Impreso en Barcelona
ISBN: 84-95594-76-5
Dep. Legal: 2.934-2001
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del
copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total
de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía
y el tratamientoinformático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler
o préstamo público.
Política británica en el
Río de la Plata
PROLOGO
La economía es un método de auscultación de los pueblos. Ella nos
da palabras específicas, experiencias anteriores resumidas, normas de orientación y procedimientos para palpar los órganos de esa entidad viva que
se llama sociedad humana. Enpuridad, la economía se refiere exclusivamente a las cosas materiales de la vida: pesa y mide la producción de
alimentos y de materia prima, tasa las posibilidades adquisitivas, coteja
los niveles de vida y la capacidad productiva, enumera y determina los
cauces de los intercambios y, en momentos de fatuidad, pretende pronosticar las alternativas futuras de la actividad humana. Pero la economía
bienentendida es algo más. En sus síntesis numéricas laten, perfectamente
presentes, las influencias más sutiles: las confluentes étnicas, las configuraciones geográficas, las variaciones climatéricas, las características psicológicas y hasta esa casi inasible pulsación que los pueblos tienen en su
esperanza cuando menos.
El alma de los pueblos brota de entre sus materialidades, así como
elespíritu del hombre se enciende entre las inmundicias de sus visceras.
No hay posibilidad de un espíritu humano incorpóreo. Tampoco hay
posibilidad de un espíritu nacional en una colectividad de hombres cuyos
lazos económicos no están trenzados en un destino común. Todo hombre humano es el punto final de un fragmento de historia que termina en
él, pero es al mismo tiempo una molécula inseparable delorganismo económico de que forma parte. Y así enfocada, la economía se confunde con
la realidad misma.
Temas para extraviar son todos los de la realidad americana. Esa
realidad nos contiene, su calidad condiciona la nuestra. Somos un instante de su tiempo, un segmento de su espacio histórico. Ella delimita
constantemente la posibilidad del esfuerzo individual. No podemos ser
más inteligentesque nuestro medio sin ser perjudiciales a los que quisiéramos servir y a nosotros mismos. Valemos cuanto vale la realidad que
nos circunda.
La realidad se anecdoriza incesantemente en nuestros actos y en nuestros pensamientos sin que la inteligencia americana se preocupe de consignarlos. Solemos referirnos a los pasados de América que se anotaron
RAÚL SCALABRINI ORTIZ
5
contrascendencia histórica, solemos hilvanar imaginerías sobre su porvenir,
pero el instante vivo en que la historia se confecciona, sólo ha merecido
desdén de la inteligencia americana que podía haberlos descrito. Y ésa es
una de las grandes traiciones que la inteligencia americana cometió con
América.
Cuatro siglos hacen ya que la sangre europea fue injertada en tierra
americana. Tres siglos, por lomenos, que hay inteligencias americanas
nacidas en América y alimentadas con sentimientos americanos, pero los
documentos que narran la intimidad de la vida que esos hombres convivieron no se encontrarán, sino ocasionalmente, por ninguna parte.
Razas enteras fueron exterminadas, las praderas se poblaron. Las
selvas vírgenes se exploraron y muchas se talaron criminalmente para siempre. La...
Regístrate para leer el documento completo.