Política pesquera europea

INTRODUCCIÓN

Los océanos componen las tres cuartas partes de la superficie de nuestro planeta. Estas verdaderas “masas” de agua hacen posible la vida en la tierra. Son fuente de numerosos nutrientes, proteínas y minerales, su funcionamiento influye directamente sobre el clima, y constituyen un entorno rico y diverso, siendo poseedores de una vasta gama de recursos naturales. Dentro de ellospodemos encontrar una gran variedad de ecosistemas, tales como praderas sumergidas, montañas marinas, arrecifes de coral y fosas del lecho marino; así como una gran cantidad de especies que allí habitan, las que ascienden a más de 100.000 alrededor de todo el mundo, lo cual da cuenta de la enorme biodiversidad que encontramos en nuestros mares.

Las riquezas que nos entregan estos diversos tiposde hábitats no sólo son apreciables por el ser humano a nivel económico, sino que, más importante aún, son muy valiosas para mantener la armonía de nuestro ecosistema. Más de la mitad del oxígeno del planeta proviene de nuestros océanos, situación que no sería posible de no existir una cadena trófica equilibrada. Cada especie cumple un rol específico dentro de esta cadena, el cual no puede sersubstituido ni pasado por alto[1].

El ser humano depende en muchos sentidos de lo que los océanos nos entregan. Todos estos recursos que son puestos a nuestra disposición se han convertido en fuente importante de alimentos, medicinas, recreación, etc. Sin embargo, con el paso del tiempo la intervención del ser humano en el medio marino ha acarreado ciertas consecuencias que actualmente estánamenazando su preservación. Dejando de lado la contaminación de que son objeto nuestros mares y las consecuencias que para ellos está acarreando el fenómeno del calentamiento global, la sola actividad de la industria pesquera ya está provocando una serie de efectos nocivos en los ecosistemas marinos. Esto se debe principalmente a la sobrepesca, la utilización de métodos de pesca destructivos y alfenómeno de la pesca ilegal.

Con respecto a la sobrepesca, debemos decir que nos encontramos ante un problema de dimensión mundial, que representa una de las mayores amenazas a las que se enfrentan nuestros océanos debido al devastador impacto que tiene sobre los ecosistemas marinos. Esto se produce en gran medida por la existencia de numerosos buques pesqueros que extraen un número de especies muysuperior al que la naturaleza es capaz de recuperar con sus ciclos reproductivos. Las nuevas tecnologías adoptadas por la industria pesquera permiten a los buques pescar en la niebla y en la oscuridad, así como localizar fácilmente a los bancos de peces.

Actualmente se ha detectado una significativa disminución en las poblaciones de diversas especies en todo el mundo. Datos de la Organización delas Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indican que sólo “en el Mar Mediterráneo y el Mar Negro juntos, cerca del 20% de los recursos se encuentran agotados, el 15% sobreexplotados y el 50% plenamente explotados”[2]. Informes de esta institución señalan que dado el aumento de la presión de la pesca, el número de las especies que se encuentran infraexplotados y explotadasmoderadamente, están disminuyendo con el paso del tiempo, a la vez que el número de poblaciones sobreexplotadas aumenta cada vez más[3].

Ya fuimos espectadores del colapso que sufrió la pescadería del bacalao de Terranova en Canadá[4], en donde si bien el total admisible de capturas (TAC) de esta especie fue fijado en 20.000 toneladas anuales, las cifras reales de explotación ascendían a las60.000. Esta situación acarreó su cierre en 1992. Actualmente se planea su reapertura, reanudando las actividades de pesca con un TAC de 4.000 toneladas anuales. Situación similar encontramos en el Atlántico Este y el Mar Mediterráneo, en donde la cuota impuesta para la extracción del atún rojo en 2006 se fijó en 29.500 toneladas anuales, sin perjuicio de lo cual el número de capturas superaba las...