Practicas Sociales Educativas

PROGRAMA DE PRÁCTICAS SOCIALES EDUCATIVAS
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

Buenos Aires, 22 de febrero de 2010.



INTRODUCCION

Durante los últimos años nuestro sistema de educación superior viene instrumentando acciones tendientes a jerarquizar las actividades por las cuales la universidad hace realidad su función social. La implementación y desarrollo de los voluntariados nacionales, comola creación del Programa de Fortalecimiento de la Universidad Argentina por parte del Ministerio de Educación, sumado a la reciente creación de la Red Nacional de Extensión Universitaria en su condición de comisión asesora del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), serían solo algunas de las propuestas que confirman esta tendencia.

Hoy, con un programa de subsidios para proyectos deextensión universitaria consolidado y en permanente crecimiento; el aumento considerable en las becas de ayuda económica, más el desarrollo del primer programa integral e interdisciplinario de acción comunitaria; la Universidad de Buenos Aires dirige gran parte de sus acciones: académicas, científicas, pedagógicas y culturales hacia los sectores más vulnerables de la sociedad. Entendemos que este nuevociclo que comienza nos obliga a profundizar el cambio, por lo cual consideramos a la implementación de las prácticas sociales educativas como la última etapa de una verdadera política pública, que tendrá como fin el de generar mecanismos para poner al servicio de la sociedad los saberes que allí se producen y enseñan. La universidad tiene que convertirse en uno de los factores principales delcambio profundo que exige la situación actual (Frondizi: 2005). Para lograr este objetivo, es imprescindible conocer y responder a las necesidades, requerimientos y aspiraciones de la comunidad.

Sumergirse en el debate de esta propuesta es asumir el desafío de abordar un tema sumamente complejo, no por la adjetivación que nos permite describir a qué tipo de prácticas nos referimos, sean estaspedagógicas, profesionales, científicas o extensionistas; sino y fundamentalmente, al mismo concepto de práctica universitaria tan discutido durante los últimos años. Es que la separación entre enseñanza teórica y práctica lleva más de siglo y medio sin llegar aún a conclusiones categóricas. Un debate que en principio se dio en la escuela secundaria inglesa durante el siglo XIX extendiéndose al niveluniversitario a principio del siglo XX, teniendo como consecuencia que el peso del conocimiento en tanto jerarquía académica, se encuentre sostenido en los procesos de abstracción teórica en detrimento del quehacer practico.

De los análisis pedagógicos de la época surgirán tres dicotomías que instalarán con fuerza la idea absurda de relacionar los currículos de enseñanza con las respectivasclases sociales de una Inglaterra que se dirigía aceleradamente a la segunda revolución industrial. La primera de ellas confrontará el carácter concreto del pensamiento de las clases bajas respecto a la calidad intelectual, verbal y abstracta del pensamiento de las clases económicamente superiores. La segunda dicotomía se referirá a la simplicidad del pensamiento de las clases subordinadas, frente a lacomplejidad y sofisticación de los sectores más privilegiados. Y por último, todo esto se materializará ante la actitud pasiva respecto al conocimiento de las clases bajas, frente a la actitud activa de las clases altas. (Goodson, 1995)

Lógicamente, las consecuencias de tales conclusiones fraguó la idea de vincular a los sectores pobres con conceptualizaciones simples y superficiales encontraposición del conocimiento complejo, asentado en sistemas reflexivos y de alto nivel de abstracción, de las capas superiores de la sociedad. Como bien lo plantea Ivor Goodson: … “Surgió así una especie de pacto con el diablo; a las clases bajas sólo se les enseñará hechos específicos y contextualizados en forma mecánica”…

De este modo, en el tiempo se irán desarrollando (más allá de lo...