Proyecto Sobre Capricultura
Páginas: 24 (5861 palabras)
Publicado: 10 de octubre de 2012
EL EMPEÑO DEL AMOR FRATERNO EN LA COMUNIDAD
Jean GALOT, sj
La vida de comunidad constituye una de las características esenciales de la vida religiosa. Es cierto que ella no se verifica en la vida eremítica y en ciertos Institutos laicales, pero está presente en la gran mayoría de las formas de vida consagrada, aun siendo susceptible de diversos grados de intensidad. Debemos preguntarnosen qué medida extrae sus orígenes de Cristo.
A. LLAMADOS INDIVIDUALES Y FORMACIÓN COMUNITARIA
Un primer hecho aparece con evidencia en los evangelios: Jesús desea formar en torno a sí un grupo de discípulos y un grupo de mujeres.
Los llamados son individuales. Cada vez que el texto evangélico nos refiere un llamado, aparece dirigido a una persona determinada; las invitacionesque tienen por objeto específico el seguimiento de Cristo, no revisten jamás una forma colectiva. Jesús no llama a ningún grupo para seguirlo; lanza su invitación sólo a individuos, y es la decisión libre de cada uno la que suscita la respuesta.
Es fácil comprender este carácter estrictamente personal de la vocación: ya que exige el don total del ser y del actuar, compromete a la persona en loque tiene de más profundo. Sólo la persona puede evaluar el compromiso y consentir. Las palabras referidas en el evangelio de Mateo (19,21) en el llamado al joven rico, “si quieres ser perfecto”, expresan bien la propuesta hecha a la persona y confiada a su libertad. En el caso de este joven rico, Jesús quiso preservar su libertad enfriando el entusiasmo de aquél que, precipitándose, se habíapostrado delante suyo. Deseaba una decisión a sangre fría. En consecuencia, no lanzaba llamadas colectivas en las que se ejerciera una cierta presión del grupo sobre los individuos para inducirlos a una respuesta de adhesión. Jesús no deseaba más que respuestas verdaderamente personales a sus invitaciones, provenientes de la voluntad libre de cada uno.
El carácter personal del llamado semanifiesta también en los pormenores propios de cada uno de los relatos de vocación. Cada uno de esos relatos reviste una fisonomía particular: las circunstancias, y las palabras pronunciadas por Jesús, son diversas. Así, la exigencia formulada por el Maestro en su invitación se adapta a aquél al que va dirigida, y pone el acento en la renuncia más difícil de lograr en razón de las disposiciones o de lasituación de la persona llamada. Al joven rico se lo invita a vender sus bienes, mientras que a otro se le pide dejar a su padre 1 , a otro, aceptar las incomodidades de una vida errante (Lc 9,58). Esta diversidad muestra que a cada uno se lo llama de una manera adecuada a su personalidad. Jamás una vocación es, pura y simplemente, idéntica a otra.
La diversidad en el modo del llamadotestimonia el respeto de Jesús por cada persona: con esto reconoce a cada uno el derecho a la diferencia y a la originalidad. Aun si las exigencias esenciales del llamado son comunes a todos los casos, y consisten en la invitación a dejar todo para seguirlo, Cristo las traduce para cada uno de una forma concreta, teniendo en cuenta sus aspiraciones, sus tentaciones y sus dificultades. Cuando llama aalguien, lo acepta ante todo como es, con las cualidades y límites de su personalidad. No niega a nadie el derecho de ser él mismo, sino que desea comprometerlo así como es en un nuevo camino.
Con esto deja entender también el querer favorecer en este camino un auténtico desarrollo de la personalidad de cada uno. No quiere quitar ni sofocar nada de todo aquello que sea válido en la personahumana. Si desea recibir a cada uno de los que llama con una adhesión absoluta, no quiere, de ninguna manera, arrastrar tras de sí a los confundidos, esclavos o autómatas. Desea que los que poseen una fuerte personalidad la conserven y la desarrollen. Cuando llama a Santiago y Juan, hijos del trueno (Mc 3,17), entiende respetar la vivacidad y el ardor de su temperamento 2 poniéndolos al servicio de su...
Jean GALOT, sj
La vida de comunidad constituye una de las características esenciales de la vida religiosa. Es cierto que ella no se verifica en la vida eremítica y en ciertos Institutos laicales, pero está presente en la gran mayoría de las formas de vida consagrada, aun siendo susceptible de diversos grados de intensidad. Debemos preguntarnosen qué medida extrae sus orígenes de Cristo.
A. LLAMADOS INDIVIDUALES Y FORMACIÓN COMUNITARIA
Un primer hecho aparece con evidencia en los evangelios: Jesús desea formar en torno a sí un grupo de discípulos y un grupo de mujeres.
Los llamados son individuales. Cada vez que el texto evangélico nos refiere un llamado, aparece dirigido a una persona determinada; las invitacionesque tienen por objeto específico el seguimiento de Cristo, no revisten jamás una forma colectiva. Jesús no llama a ningún grupo para seguirlo; lanza su invitación sólo a individuos, y es la decisión libre de cada uno la que suscita la respuesta.
Es fácil comprender este carácter estrictamente personal de la vocación: ya que exige el don total del ser y del actuar, compromete a la persona en loque tiene de más profundo. Sólo la persona puede evaluar el compromiso y consentir. Las palabras referidas en el evangelio de Mateo (19,21) en el llamado al joven rico, “si quieres ser perfecto”, expresan bien la propuesta hecha a la persona y confiada a su libertad. En el caso de este joven rico, Jesús quiso preservar su libertad enfriando el entusiasmo de aquél que, precipitándose, se habíapostrado delante suyo. Deseaba una decisión a sangre fría. En consecuencia, no lanzaba llamadas colectivas en las que se ejerciera una cierta presión del grupo sobre los individuos para inducirlos a una respuesta de adhesión. Jesús no deseaba más que respuestas verdaderamente personales a sus invitaciones, provenientes de la voluntad libre de cada uno.
El carácter personal del llamado semanifiesta también en los pormenores propios de cada uno de los relatos de vocación. Cada uno de esos relatos reviste una fisonomía particular: las circunstancias, y las palabras pronunciadas por Jesús, son diversas. Así, la exigencia formulada por el Maestro en su invitación se adapta a aquél al que va dirigida, y pone el acento en la renuncia más difícil de lograr en razón de las disposiciones o de lasituación de la persona llamada. Al joven rico se lo invita a vender sus bienes, mientras que a otro se le pide dejar a su padre 1 , a otro, aceptar las incomodidades de una vida errante (Lc 9,58). Esta diversidad muestra que a cada uno se lo llama de una manera adecuada a su personalidad. Jamás una vocación es, pura y simplemente, idéntica a otra.
La diversidad en el modo del llamadotestimonia el respeto de Jesús por cada persona: con esto reconoce a cada uno el derecho a la diferencia y a la originalidad. Aun si las exigencias esenciales del llamado son comunes a todos los casos, y consisten en la invitación a dejar todo para seguirlo, Cristo las traduce para cada uno de una forma concreta, teniendo en cuenta sus aspiraciones, sus tentaciones y sus dificultades. Cuando llama aalguien, lo acepta ante todo como es, con las cualidades y límites de su personalidad. No niega a nadie el derecho de ser él mismo, sino que desea comprometerlo así como es en un nuevo camino.
Con esto deja entender también el querer favorecer en este camino un auténtico desarrollo de la personalidad de cada uno. No quiere quitar ni sofocar nada de todo aquello que sea válido en la personahumana. Si desea recibir a cada uno de los que llama con una adhesión absoluta, no quiere, de ninguna manera, arrastrar tras de sí a los confundidos, esclavos o autómatas. Desea que los que poseen una fuerte personalidad la conserven y la desarrollen. Cuando llama a Santiago y Juan, hijos del trueno (Mc 3,17), entiende respetar la vivacidad y el ardor de su temperamento 2 poniéndolos al servicio de su...
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