proyecto

CAPÍTULO 1
Mi nombre es fray Venancio Dávila del Campo de la orden de los Franciscanos originario de Navarra, España fui parte de la expedición de Don Juan de Grijalva a América, participé con Hernán Cortés en la conquista de México, Tenochtitlán, también estuve en la “Noche Triste” y en el asedio de Tenochtitlán.
La razón por la que escribo este diario es porque quiero dar testimonio de lo quevi y viví en aquellas tierras lejanas de lo que ahora llamamos Nueva España.
CAPÍTULO 2
En el año de 1514 vuestro rey Don Carlos pidió a vuestra orden de franciscanos que fuéramos a las nuevas tierras descubiertas de América a realizar la evangelización de aquellos indios, junto con monseñor Pedro Castillo Ávila nos embarcamos en la compañía de Juan de Grijalva y unos ochenta soldados paraprotegernos en esas tierras inhóspitas. Encomendándonos a Dios nuestro señor y a la virgen santa María, su bendita madre, nuestra señora tuvimos buen tiempo la mayor parte de nuestro viaje, pero antes de tocar tierra firme se nos murieron muchos soldados por la peste.
CAPÍTULO 3
Después de veintiún días navegando tocamos por fin tierra por lo que nos alegramos mucho y dimos gracias a Dios por ello.Esa tierra a la que llegamos jamás se había descubierto, ni había noticia de ella hasta entonces. Desde nuestros navíos vimos un gran pueblo al que nombramos el Gran Cairo. A la mañana siguiente vimos venir cinco canoas grandes llenas de indios naturales de aquella población, eran personas de baja estatura de piel oscura pero no negra, de compleccion delgada aunque musculosos, vestían únicamentecon unas mantas angostas con las que cubrían sus vergüenzas, sus canoas estaban hechas de maderos gruesos y huecos por dentro; nos hablaban en una lengua que no entendíamos, con señas nos invitaban a ir a su pueblo fuimos a la orilla donde había más de esos nativos, ahi nos insistían para que nos adentráramos más al pueblo, mientras caminábamos entre los árboles iban apareciendo más nativos,después de unos pasos más, los nativos comenzaron a lanzarnos flechas, lanzas y hondas con piedras con las que hirieron a quince de nuestros soldados, nosotros huimos y nuestros soldados nos protegían y defendían con espadas y ballestas, llegamos a una plazuela donde encontramos tres casas de cal y canto que eran adoratorios donde tenían muchos ídolos de barro, unos con caras de demonios y otros como demujeres, altos de cuerpo y otros de malas figuras, había también unas peinetas de oro y objetos de hueso de pescado, tomamos estos objetos y huimos hacia nuestros navíos, en aquella escaramuza aprehendimos a dos indios que después fueron convertidos al cristianismo y bautizados.
CAPÍTULO 4
Después de huir de ese pueblo salvaje seguimos nuestra expedición y durante dos semanas no encontramos másnativos pero ya nos estaba haciendo falta el agua, así que decidimos adentrarnos un poco por tierra, la búsqueda nos llevó cerca de un poblado llamado Campeche a diferencia del poblado anterior aquí la gente nos trato bien y con la ayuda de los indios que habían venido con nosotros del Gran Cairo pudimos entender que ellos nos invitaban a sus casas a comer, fuimos con ellos pero tomamos nuestrasprecauciones para que no nos tomaran desprevenidos ante un ataque similar. Nos llevaron a unas casas muy grandes que eran adoratorios de sus ídolos, tenían dibujadas en las paredes imágenes de serpientes y culebras, había un altar que estaba lleno de sangre fresca, según parecía habían sacrificado a sus ídolos ciertos indios para que les diesen victoria contra nosotros; de otra casa aparecierondiez indios que tenían las ropas de mantas de algodón largas y blancas, los cabellos muy largos llenos de sangre y muy revueltos, eran sacerdotes de los ídolos de esta tierra, frente a nosotros nos comenzaron a zahumar y por señas nos dijeron que nos fuéramos de sus tierras, gracias a Dios salimos de ese lugar sin ninguna violencia aunque sí temerosos de que nos atacaran a lo lejos.
CAPÍTULO 5...