psicoanálisis

El diálogo entre el psicoanálisis y la pedagogía ha sido continuo desde la tradición freudiana, a pesar de que en algunos momentos –como el presente– haya quedado eclipsado por las corrientespositivistas predominantes. Y debe ser destacado que, sin confundirse, tanto la experiencia educativa como la psicoanalítica ponen en el centro de su acción la relación con el otro, y por lo tanto lanecesaria consideración de la dimensión subjetiva, con sus aciertos y sus fracasos. 
El trabajo educativo con adolescentes es uno de los ámbitos que en la actualidad suscita más interrogantes ycuestiones a los profesionales en su función educadora. Maestros, educadores, psicopedagogos, profesores, trabajadores sociales, integradores sociales, etc., se encuentran a menudo con la dificultad dereconocer y diferenciar las modalidades inéditas de subjetividad, como formas de transitar la adolescencia, de otras problemáticas subjetivas. Síntomas que se expresan en el escenario social –fracasoescolar, indisciplina, trastornos del comportamiento, consumo de substancias– son percibidos como desórdenes que hay que rectificar o normalizar. 
Pero la cuestión es si somos capaces de interrogar dela buena manera a todos estos fenómenos, introduciendo otra significación posible que vaya más allá de la simple reducción de estas formas de actuar a una conducta o un déficit neurocerebral. 

Noes ninguna novedad decir que los adolescentes de hoy no se parecen a los de unas décadas atrás. A menudo oímos decir que vivimos en tiempos de cambios, pero probablemente no nos demos cuenta de manerasuficiente que en estos cambios se pone en juego una auténtica transformación de la subjetividad, de la que los adolescentes son un vivo exponente. Por esto se puede decir que la adolescencia es hoyun síntoma social, como respuesta a estas transformaciones: son consumidores, persiguen el placer y construyen su yo. Pero a pesar de tener “mucho”, también son muy frágiles y sufren el riesgo de...