psicologo
En medio de todos estos personajes, recorrí las estrofas del cuento donde la fantasía se mezcla con la realidad anteuna nueva interpretación, tratando de descubrir todo aquello que tenemos oculto, que pone freno al desarrollo emocional y psicológico, y que nos impide conocernos realmente. ¡Cuántos personajes de la vida real se mezclan en esta historia!
Pues bien, es la historia de un caballero medieval bueno, generoso y amoroso, que dedica su vida a luchar en cruzadas, matar dragones y rescatar damiselasintentando demostrar actos heroicos, para su propia satisfacción y para que los demás posean una buena imagen de él como alguien de gran corazón y nobles ideales.
Pero este comportamiento y el tiempo que gasta en lustrar siempre su armadura, le quita tiempo para estar con su familia. Se habitúa tanto a llevar siempre puesta la armadura que con el tiempo se le oxida olvidándose como se sentían lascosas sin ella.
Es así que comienza a pedir ayuda para lograr quitársela y encontrarse con su verdadero yo. El caballero, representado en tantos hombres de rígida armadura con toda su carga de machismo y falso orgullo, con sus escalas de valores tan “masculinos”: el éxito, la seguridad económica, el trabajo, lo que los otros ven de mi, tratando de mantener el nombre y prestigio para servalorados y tenidos en cuenta.
¡Quién puede decir que conoce realmente al hombre! A veces pareciera que internándose en ese complicado laberinto se llega a ese lugar profundo de su ser y lo encuentra, pero luego se desvanece esa supuesta llegada; cambia su voz, su apariencia y se vuelve tan lejano…, y otra vez nos encontramos afuera golpeando su armadura para poder entrar.
Julieta es su esposa. Tantasveces hemos visto mujeres reflejadas en esta damisela. Las largas horas de soledad le han impuesto el titulo de la “Damisela Solitaria”.
La soledad es su compañía. De tantos silencios compartidos se ha quedado vacía, seca, aprieta fuertemente los párpados y bebe, intentando volar a otros territorios. A lo mejor en sus sueños se imagina ser la bella durmiente esperando la llegada de su príncipeencantado, que luego de varias batallas ha luchado por su amor, ha dejado la armadura en un rincón del castillo y con sus ropajes de finos terciopelos la despierta con un beso.
Para ella no son importantes tantos castillos y countries, no necesita estar subida en el trono de su camioneta cuatro por cuatro, ni lucir tantos brillantes y sirvientes. Es una mujer como tantas que esperan las palabrasque no llegan. ¿Me querés? ¿Sos feliz? ¿Pensás en mí como yo en tí? ¿Estás viva?....
Y sus horas pasan pensando en ese hombre de brillo dorado, una imagen lejana, amable pero difusa a la vez y sufre al no ver en su interior, la forma de sus ojos, el contorno de sus labios, el calor de su corazón.
Siento en Julieta a una mujer que espera ser descubierta como MUJER. A lo mejor ya no tiene...
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