¿Que se enseña y que se aprende en historia?

Ponencia presentada en el 2DO. CONGRESO DE DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES. Necochea, octubre de 2005.

Algunas reflexiones sobre los aportes de la “lectura compartida en clase” para el acercamiento de los alumnos a la comprensión de los textos de Historia[i].

Autora: Mirta Torres
Con la colaboración de Karina Benchimol, José Antonio Carabajal y Alina Larramendy;



Los saberes delas ciencias sociales se construyen y expresan en forma de textos; los alumnos se aproximan a esos saberes por medio de textos que hablan de la vida social (Audigier, 2004). La lectura, por lo tanto, es una herramienta privilegiada de acceso a estos conocimientos, fundamentalmente escolares y académicos.

Leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto; ambos aportan, pero es ellector es quien orienta la interpretación (Solé, 1997), quien, en ciertas condiciones, es capaz de recapitular explicitando las líneas básicas del contenido del texto, de resumir y ampliar la información obtenida completando datos y juzgando por qué el autor decidió o no incorporarlos, de analizar la organización del texto en función de la jerarquización de las distintas ideas o informaciones queofrece, y de entender las relaciones entre los individuos, los hechos o los procesos que presenta. La posibilidad de interpretar implica el despliegue de la inteligibilidad del texto. El lector no sólo puede reformular o comentar el contenido, sino que también puede hacer explícita la información que el texto da por sobrentendida. De este modo, leer un texto presupone, además de la comprensión de loque dice, “la comprensión de los contextos y trasfondos más o menos amplios en que el texto se inscribe y que lo hacen inteligible” (Cao, 1998).

En el caso de textos de historia, uno de los mayores desafíos de la enseñanza es generar condiciones para que el alumno logre “entrar” en ellos o por su intermedio en el mundo, las experiencias, acciones, motivaciones, causas y consecuencias de loscuales habla el texto (Audigier, 2003). Diversos factores favorecen este “ingreso”: la posibilidad de advertir las relaciones (causales) que estructuran el texto y refieren a los mundos ausentes que él presenta; el propósito o la intención de hallar respuestas, que lleva a la lectura; y el conocimento que el lector aporta del contenido (Denhières, 1991)

En la escuela primaria, cuando los alumnosleen para aprender historia disponen de pocos conocimientos previos de los contenidos del área que les permitan acercarse a los textos orientados por propósitos o intenciones genuinas. Por lo tanto, cabe preguntarse en qué medida las condiciones de la situación didáctica pueden favorecer a los lectores para que logren vislumbrar o establecer los propósitos de la lectura que el docente plantea paraenseñar determinados contenidos: ¿para qué se lee cierto texto?; ¿qué se espera aprender de él?; ¿qué es necesario buscar en el texto: qué mundos ausentes, qué relaciones expresadas o sobreentendidas, qué particulares sentidos de los mundos de los que el texto habla (y de los que habla la historia)? (Audigier, 2004).

Es el docente quien “teje la delicada trama didáctica” que contempla lacreación y sostenimiento de ciertas condiciones en las que “se distribuyen las funciones del docente y los alumnos de tal modo que estos puedan asumir la responsabilidad de comprender” y “se articula el trabajo colectivo, grupal e individual de tal modo que todos los alumnos puedan beneficiarse de los aspectos productivos de la interacción cognitiva al mismo tiempo que asumen la responsabilidad(individual) […] de comprender lo que leen” (Lerner, 2002). Cuando enseñamos historia, nos enfrentamos al desafío “de afrontar una tensión que se genera entre, por un lado, la necesidad de orientar la interpretación de los textos en función de los contenidos a enseñar y, por otro lado, la autonomía que es preciso otorgar a los alumnos para que puedan `funcionar´ como lectores” (Aisenberg, 2005)...