Racismo en el perú

Un análisis de la discriminación racial en el Perú

Racismo con salsa a la peruana

Si por un lado nos deshacemos en elogios y suspiros por la inigualable mezcla de sabores de la gastronomía peruana, por el otro nos cuesta aceptar el mestizaje de razas en nuestro país y sucumbimos ante prácticas absurdas como la discriminación racial. El barómetro realizado por el Grupo de Opinión Pública dela Universidad de Lima en el 2009 arrojó una contradicción: el 76,5% de los encuestados considera que los peruanos somos racistas, pero solo el 11,2% se reconoce como tal.

Que un presidente establezca una diferenciación entre ciudadanos de primera y segunda clase es una lamentable muestra de lo asentado que se encuentra el racismo en el imaginario social de un país. Ello ocurrió precisamente enel 2009 cuando Alan García lanzó una severa advertencia a los nativos amazónicos ante la ola de protestas y bloqueos de carreteras que protagonizaban en defensa de lo que ellos consideraban su territorio. “Ya está bueno, estas personas no tienen corona, no son ciudadanos de primera clase que puedan decirnos 400 mil nativos a 28 millones de peruanos tú no tienes derecho de venir por aquí, deninguna manera, eso es un error gravísimo y quien piense de esa manera quiere llevarnos a la irracionalidad y al retroceso primitivo”, fueron las desatinadas palabras del entonces mandatario. El que las haya dicho delante de los micrófonos de los periodistas resultó un agravante. Las críticas llovieron sobre García y nunca pudo escapar del descrédito.

La anécdota también sirve para hacer undiagnóstico de la situación actual del racismo en el Perú: están tan arraigado entre los peruanos que lo hemos naturalizado al punto de volverlo un mal hábito. Nos parece normal ‘cholear’ al microbusero que nos cierra el paso o mirar de reojo -mientras protegemos nuestros bolsillos (o carteras)- al moreno que camina detrás, como si la ineptitud o la delincuencia fueran defectos asociados al color de lapiel. En ese sentido, según el científico social Gonzalo Portocarrero, a pesar de que la discriminación racial es cada vez más censurada y repudiada, “aún posee una alta capacidad de moldear nuestras formas de sentir y pensar al otro”.

Pero lo curioso es que en el Perú se da una forma especial de racismo. El sociólogo e historiador Nelson Manrique explica que “el racismo es un producto culturaly por lo tanto un producto humano. Se construye históricamente y varía dependiendo del país y la sociedad”. A diferencia del apartheid sudafricano o la segregación racial en los Estados Unidos de la posguerra y los movimientos pro derechos civiles, donde al negro se lo ‘objetivizaba’, Manrique señala que “en nuestro país tal procedimiento es imposible debido a la mezcla biológica y esto hace quesea mucho más enrevesado”.

Desde el punto de vista de Portocarrero, en el Perú coexisten el racismo y el mestizaje, cuando a simple vista parecen conceptos tan opuestos como el agua y el aceite. A su parecer, “ello hizo que fuera tan difícil en un principio identificar la existencia del racismo y ahora vivamos una suerte de ‘pigmentocracia’, en la que opera una evaluación de la calidad de lapersona de acuerdo a su aspecto físico”. Asimismo, opina que el racismo peruano es más individualizado y contextualizado. “Su expresión tiene que ver con la persona que tenga uno delante. Un sujeto que en un determinado ambiente puede ser percibido como cholo, en otro puede pasar como blanco”.

Al respecto, Manrique apunta que sufrimos de una “disonancia cognitiva” entre la asimilación de lasteorías que descalifican de plano al racismo y las prácticas discriminatorias efectivas en las relaciones interpersonales diarias. Entretanto, Portocarrero asegura que dicho desfase entre la conciencia y el comportamiento tiene dos tipos de correlato: “Desde arriba, un sentimiento de culpa por contar con beneficios que no están fundados en la ley, pero por otro lado también uno de desprecio. Y desde...