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Sábado 10 de Abril del 2010.
<Una fiesta más, una fiesta menos> fue exactamente lo que pensé cuando Rebecca me pidió de favor que saliera con ella y su novio el sábado.
No había mucho porhacer esa noche, y esa fiesta en realidad no me emocionaba ni un poco, yo sólo iba a cumplir con la promesa que le había hecho a mi amiga de apoyarla en la relación con su novio, ya que de todo nuestrogrupo de amigas yo era de las únicas que le daban la mínima importancia a su enamoramiento, quizás por que yo era la única que conocía a Mario, pero conocerlo no le quitaba las etiquetas sociales quese había ganado por ser un “artista callejero”, escribiendo su apodo: ASTER por las bardas vacías de la ciudad. Al menos se le respetaría un poco si fuera un buen grafitero, pero no era nada bueno,era mejor dicho un graffer y diseñador gráfico wanna-be.
En fin, la fiesta sería de una conocida de Mario. Su nombre me fue irrelevante, ni siquiera la dirección de la fiesta me importó.Conociéndolo… y conociendo la clase de fiestas y reuniones a donde el asistía, ya tenía la idea de que esta fiesta sería una juntada de unas 100 o 200 personas a las que nunca habría visto en mi vida, en lacalle, todos injerirían alcohol de latas de aluminio. Tacky, informal, sin importancia.
No podía fallarle a Rebecca, pero a Raquel tampoco. Raquel había sido mi mejor amiga por más de dos años yprecisamente habíamos quedado de ir por un café el sábado. Mi plan estaba un poco afectado, pero funcionaría.
Iría a casa de Raquel. Iríamos por un café. Conversaciones. Risas. Chismes. Volveríamos a sucasa. Nos arreglaríamos. Iríamos a casa de Rebecca. Fiesta. Alcohol. Tabaco. Música (reggaeton). Hola por aquí, hola por allá. Adiós.
Aun no tomaba la clase de Metodología de la investigación I, porlo que no había aprendido a calcular las variables extrañas (las que pueden echar a perder y arruinar tu proyecto o meta), y Daniel fue la variable número uno en presentarse, ¡y se presentó varias...