Recensión de "Pensar políticamente", de Michael Walzer

Recensión de Pensar Políticamente, de Michael Walzer













Michael Walzer es uno de los expertos en Filosofía Política más importantes de la actualidad. Ejerce como profesor emérito en el Institute for Advanced Study de Princeton (New Jersey) y es editor del Dissent y The New Republic. Ha escrito más de 20 libros, ha publicado más de 300 artículos y podemos citar seis de susobras como las más relevantes de su producción filosófica: Just and unjust wars, Spheres of justice, Interpretation and social criticism, The company of critics, Thick and thin y On toleration.
Es conocido quizás en primer lugar por su contribución teórica a propósito de la guerra y su pensamiento suele ser encuadrado en la línea de las teorías políticas comunitarias de Alasdair MacIntyre yMichael Sandel. Sin embargo, ninguno de los tres se encuentra especialmente cómodo con esta etiqueta. En el caso de Walzer, ha llegado a autodefinirse como liberal-comunitarista. A este respecto debemos atender a una actitud que no sólo aparece constante en todos sus artículos, sino que casi estamos tentados a decir que es el leitmotiv central del entero volumen, o al menos uno de ellos: la tendencia yconvencimiento de Walzer a la hora de atemperar todo universalismo. Tal renuncia universalista le lleva a igualar las posturas comunitaristas con las liberales, pues ambas tienen pretensiones de afirmar sus visiones de la vida buena en todo contexto temporal o espacial (aunque quizás esta deriva universalista se considera comúnmente más propia del liberalismo). Por tanto, Walzer defiende lanecesidad de respetar los condicionantes e idiosincrasia propios de cada sociedad, así como una noción digamos que amplia de soberanía: las decisiones y situaciones que se produzcan en el interior del país deben ser intocables (con excepciones tasadas que luego veremos).
Podemos encontrar este elemento central de su pensamiento ya en el primer capítulo, el referido a la misión del filósofo y suencaje en la sociedad; también podemos observar cómo esa renuncia al universalismo impregna toda su concepción sobre la guerra justa y su reticencia a las intervenciones foráneas; por último, entre otros muchos ejemplos, podemos referirnos al hecho de que para Walzer un régimen autoritario no es necesariamente ninguna locura o error, pues es fruto del obrar nacional de una sociedad, y por tantodisfruta de una presunción favorable (y mucho más que eso).
El libro que nos ocupa se publicó en 2007 (en 2010 en España) y es una recopilación de artículos publicados por Walzer a lo largo de toda su carrera académica, ordenados según un criterio temático y no temporal (algo que puede servirnos como dato esclarecedor sobre la coherencia argumental e ideológica que nuestro autor ha mantenido en estasdécadas).
Para Walzer, la tarea filosófica implica el distanciamiento del pensador respecto de las opiniones políticas predominantes en una sociedad determinada. De ahí resulta la paradoja de que el filósofo heroico, al regresar a la comunidad política trayendo sus principios de justicia, ve cómo los ciudadanos son reacios a adoptarlos, pues no están conectados con las formas tradicionales y localesde entender la política. Digamos que es una sutil manera de introducir el elemento sobre la importancia de la comunidad: no es posible la universalización de los valores, es precisa una comunidad que los module y determine; el filósofo heroico no puede hallar la Verdad (o al menos no la aplicable a esa comunidad) y está por tanto “abocado a la decepción”, del mismo modo que el héroe en Ortega,tras su libérrima elección de destino, se encontraba “abocado a la melancolía”.
Por supuesto, Walzer reconoce a los derechos individuales un lugar central en las sociedades liberales contemporáneas, pero como señala David Miller en la Introducción, se resiste a otorgarles un papel esencial debido principalmente a tres razones: en primer lugar, una teoría política basada en los derechos refleja...