Reflexiòn

REFLEXION

Enseñé durante diez años. Durante ese periodo, di deberes, entre otros a quienes llegaron a ser un homicida, un predicador, un boxeador,un ladrón y un imbécil respectivamente.

El homicida era un niñito tranquilo, que se sentaba en el primer banco y me miraba con sus ojos celestes, elpredicador, de lejos, era el chico mas popular de la escuela, era el que mas destacaba en los juegos, el pugilista estaba sentado junto a la ventana yde vez en cuando lanzaba una carcajada ronca que estremecía las plantas de geranios, el ladrón era un alegre y seductor, siempre con una canción enlos labios, el imbécil un animalillo de ojos tiernos que andaba siempre buscando los lugares de sombra. El homicida espera la ejecución en lapenitenciaría estatal; el predicador yace en el cementerio del pueblo hace un año, el boxeador perdió un ojo en una riña en Hon Kong, el ladrón si se pone enpunta de pie, puede ver las ventanas de mi aula desde la cárcel del condado y el deficiente metal golpea con su cabeza las paredes acolchonadas del aciloestatal. Todos estos alumnos se sentaron en mi aula ahora con expresión de tristeza por encima de sus pupitres marrones desvencijados. Pero yo lebrinde gran ayuda a esos alumnos: Les enseñé las fechas de las batallas, las fronteras de los estados y como sacar la raíz cuadrada mediante procedimientosalgebraicos.

Tomado de: Dimick y Huff (1970) c.p. Dinkmeryer y Carlson. P15
Cortesía de La Unidad Educativa Nacional “Vicente de Sucre y Urdaneta”