Reflexión acerca de la “crisis social” en el desarrollo de la arqueología

Reflexión acerca de la “crisis social” en el desarrollo de la Arqueología en Colombia a partir del texto:

NUEVAS DISCUSIONES EN ARQUEOLOGÍA: ¿QUÉ SE BUSCA DEL PASADO?

“A mediados de la década de los ochentas, un grupo de investigadores sociales de la Universidad Nacional de Colombia emprendió una serie de investigaciones en varias regiones del país donde, a la par del trabajo arqueológico,se exploraban encuentros comunitarios alrededor de la forma de percibir la historia y la construcción del pasado.”

Los mediados de los años ochenta mostraron dentro de la Arqueología colombiana un enfoque de importante preocupación social. El contexto en que se realizaron las investigaciones y se adelantaron los trabajos necesarios para reconstruir nuestra historia, patrimonio e identidad depaís a través del paso del tiempo, se componen en ese entonces de elementos de carácter social ligados a la cultura de las comunidades, y que poseían gran peso al interior de éstas. Ejemplo de ello fueron las investigaciones arqueológicas llevadas de la mano con los aportes y tradición oral de las personas, interesadas por las historias locales y el reconocimiento de cada individuo que hicieraparte del pueblo dado, como fuente viva de producción de datos arqueológicamente válidos. Este era el inicio de un proceso un tanto largo y tedioso en el que esta ciencia trataría de encontrar su lugar dentro de las problemáticas y necesidades de la sociedad.

Más adelante, momento que considero de discusión importante, a eso ya de finales de los ochenta y principios de los noventa, el autor señalaque la praxis arqueológica se ve enfrentada a una especie de encrucijada. Su desarrollo se ve influenciado, si no es que afectado, por diversos factores que atacan con todo su peso sobre sus fundamentos, métodos y objetivos. Aquí me permito citar lo siguiente para ampliar el argumento:

“El final de los ochentas y los noventas pueden apreciarse como un período de coyuntura.
Primero, hasignificado la aparición consolidada de tendencias teóricas y metodológicas adecuadas por docentes de la carrera a sus propios intereses investigativos.
Segundo, ha sido un período de inventario crítico a las investigaciones arqueológicas realizadas hasta el presente, donde nuevas figuras han aparecido en escena.
Tercero, la intensificación de las prácticas de Arqueología de Rescate puso sobre eltapete toda una serie de cuestionamientos al quehacer arqueológico visibilizando aquella trampa neocolonial del patrimonio oficial.
Cuarto, la polarización clásica entre arqueología, etnohistoria y antropología social, si bien -o a lo mejor por ello- cada una más especializada en su feudo, se ha inclinado a ser menos rígida y ha favorecido migraciones mutuas que empezaron a transgredir lasdiscusiones -no obstante, es imposible afirmar que este último hecho fuera una generalidad y, más bien, tomó un carácter marginal-.”
(Becerra & Serna, pp. 3,4)

Como menciona el autor en el primer punto, el rumbo de la Arqueología se veía manipulado desde la academia por intereses personales de los docentes que adoptaban vías teóricas y metodológicas según convinieran a sus investigaciones, pero queseguramente no respondieron a la demanda del contexto social en el país. Y justo entonces, empiezan a aparecer más y más visiones de lo que debía ser el trabajo arqueológico… ¿Nuevas figuras?, seguramente producto de aquella acomodación de metodologías investigativas: Cada cual buscando cómo dar sentido a su visión segmentada de la problemática y el quehacer de la disciplina en el ámbito colombiano.Ahora bien, puede que no todas las visiones estuvieran tan alejadas entre sí, puede que algunas coincidieran en la concepción de algunos modelos de trabajo útiles para dar continuidad de alguna forma a proyectos que se manifestaran frente a las necesidades inmediatas de la sociedad. Pero se tiene aquí el ejemplo de la Arqueología de Rescate, que incentiva y pone en práctica un proyecto para...