Reflexión sobre la actitud o acción que se ha tenido ante un conflicto en dos ámbitos a saber: en la escuela y en la calle.
A diario como docente soy testigo de conflictos donde suceden episodiosde violencia cada vez más graves. Estos hechos generalmente tienen como antecedentes conflictos interpersonales que han escalado a tal punto que se llega al uso de la fuerza. Y es ahí justamentecuando nosotros los docentes debemos hacer frente a estas situaciones de forma equitativa y justa y sobre todo hacerle ver al alumno que se deben respetar las opiniones de todos, y que se debe dialogar, yasí crear en ellos un clima cooperativo, lo cual se sabe de antemano no es garantía de no tener problemas de violencia, pero sí tiene mayores posibilidad de canalizar la agresividad en forma positiva,como docentes debemos pensar bien y ver cómo es que nosotros y los padres de familia contribuimos o evitamos que se den casos de conflicto escolar.
Debemos tomar conciencia que el "clima" que comodocentes generamos con nuestras propias actitudes frente a los conflictos influirá en forma sustancial sea positiva o negativamente- sobre la eficacia de las acciones que emprendamos para mejorar elclima escolar y disminuir los episodios de violencia.
Y es aquí donde básicamente yo como docente tomo conciencia de que más que fomentar o promover actitudes que se relacionen con “conflictos” buscocrear un ambiente propicio y correcto entre mis alumnos, ya que como sabemos ellos nos tienen a nosotros como el primer ejemplo de aprendizaje de actitudes ante circunstancias adversas a las que seenfrentan cotidianamente; platicar arduamente con ellos para que sepan que los conflictos no se resuelven si dialogamos para llegar a acuerdos correctos y concretos y así evitar deslealtad, faltas derespeto e inestabilidad social (ello tiene que ver con el aislamiento de los demás). Aunque también hay que recordar que antes de dar pasos si no hay un acuerdo o un consenso sobre ellos es muy...
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