Relación entre la lectura, lectores y la escuela

 Posición de la escritora Graciela Montes en relación con la lectura, los lectores y la escuela.
Graciela Montes, prestigiosa escritora comienza hablando de la lectura con ella, el lector se va volviendo más astuto en la búsqueda de indicios, más libre en pensamiento, más ágil en puntos de vista, dueño de un universo de significaciones más rico. Leer es construir sentido, la significación queconstruimos es personal, somos todos constructores de sentido. Cada palabra de cada lenguaje tiene su historia. Cada uno lo irá explorando y conociendo de a poco, sin abandonar por mucho tiempo la extrañeza, al mismo tiempo se le volverá familiar. El lector comienza siendo un “lector oral”, tendrá mucho para “leer” antes de llegar a la escuela, y también para “escribir”, en la medida en quetenga la palabra y encuentre quién lo escuche.
La escuela pondrá a ese lector frente a un nuevo desafío: las letras. Leer lo encerrado en la letra, “lo que fue escrito” supone además, entrar al “mundo escrito”, al registro de la memoria de la sociedad. La lectura mantiene vivos esos universos de sentido, esa memoria. El lector recién llegado a la letra buscador de indicios y constructor de sentido,porque, aunque las cosas se hayan vuelto más complicadas para él, también más interesantes. Los significados seguirán siendo sus elaboraciones personales, el sentido será siempre una conquista personal y él mismo será protagonista, alguien que, al leer, queda implicado en su lectura.
Su actitud de lector irá cambiando sin dejar de ser la que era. La ocasión tiene su importancia; ladisponibilidad. También las destrezas, las prácticas, cierto entrenamiento. El que estaba dispuesto a contar sus sorpresas y sus descubrimientos, si no es oído, puede no sólo dejar de contar sino también de sorprenderse. Y el que no fue llevado a “despertar” frente al libro estará cada vez más dispuesto al aburrimiento. La escuela es la gran ocasión, Si la escuela aceptara expresamente ese papel de auspicio,estímulo y compañía, las consecuencias sociales serían extraordinarias. En la escuela, el leer por placer recuperaba el orden de la emoción, empezó siendo una fórmula refrescante frente a la lectura “obligatoria”.
La lectura es resultado de un trabajo del lector, de sus afanes, sus hipótesis, sus riesgos. Lo que lee no cae en el vacío sino en su espacio personal, en su universo designificaciones. Se va a ir tramando, entretejiendo con su cultura, sus códigos, su pasado de lecturas, sus anticipaciones. Con ayuda de esos saberes construirá su sentido. Leer y escribir van siempre juntos. El maestro, por mucho saber y muchas lecturas que tenga en su espacio personal, no será el constructor del sentido del otro. Un maestro que quiere “enseñar a leer” es crear la ocasión, un tiempo y unespacio, propicios, un estado de ánimo y también una especie de comunión de lectura. La ocasión a veces no está, en ese caso habrá que crearla, la escuela puede dar lugar a muchas y muy diversas maneras de leer.
La escuela, si está dispuesta a asumirse como la gran ocasión y realmente “enseñar a leer”. Si el lector es puesto frente a algo ajeno, cerrado, complejo y alejado de sus estrategias delectura que no tiene por dónde entrar para apropiárselo, posiblemente lo rechace abatido. Y una de las más ricas e interesantes formas de intervención de un maestro es encontrarlas. El lector siente que puede jugar, que puede ejercer su trabajo y leer con alguna confianza, creyendo en sí mismo como lector, los efectos serán tremendamente saludables.
Esta estimulante dosificación de enigma y confianzaes una de las intervenciones más importantes del maestro. No está mal que el lector, frente al enigma, se sienta perplejo, incluso un poco asustado. Es sólo un momento, justo antes de que se inicie la lectura. No debería intervenir en el momento enigmático, que es cuando queda planteado el reto. Supone también una promoción del lector, una confianza en su poder y su autonomía. Ese breve instante...