Relampagos
Hace tiempo Octavio Paz recordó, al hablar de Ibargüengoitia, que todo cronista es, a final decuentas, un moralista. Y vaya que Jorge Ibargüengoitia lo fue no sólo en sus crónicas sino en todo su trabajo literario: de la novela al teatro, de la crónica al cuento. Sus textos son hijos de laexigencia literaria y, al mismo tiempo, de una mirada mordaz, implacable, satírica, que no es sino una lectura moral de nuestra sociedad y nuestra historia.
Pero, ¿qué pensaba el autor de Maten alleón sobre el humor como recurso en el proceso de escritura? El humor, escribió en alguno de los textos autobiográficos publicados en Excélsior, Proceso o Vuelta, “es algo que yo, francamente, no sé quées. El término ‘comedia’, por ejemplo, significa algo muy concreto: se trata de una visión parcial de las cosas, de ver la realidad en un sesgo en el que todo es un poco grotesco y presentarlo comotal. La comedia supone una simpatía del escritor con el personaje. La sátira es otra cosa: el escritor odia al personaje y lo presenta como una piltrafa. Pero el humorismo no sé qué es. Un señor quehace chistes no me interesa. Sé que ciertas cosas son chistosas, y puedo hacer chistes, pero no me parece que la risa tenga ninguna virtud ni que sea una ventaja. Lo que a mí me interesa es presentar...
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