Relato

Hechizado

Hubo un tiempo en el que Marta hubiera sido quemada como bruja. De pequeña estatura, pelo largo y desordenado, carcajada fácil y encantoirresistible, su expresión dulce no hace sospechar a quien la observa que se puede encontrar en peligro inminente de verse sometido a su voluntad.

Sus movimientossuaves, amplios, parecen hacerla bailar en constante atracción para la mirada, que no puede evitar seguir fija en ella, para no perderse nada. Es así como tesorprendes al sentirte sonriente, embelesado, expectante ante cualquier mensaje que te llegue de ella. Esperas con total naturalidad a que tal cosa suceda,como si lo hubieras planificado así tu mismo, como si estuvieras en esa situación todos los días o no tuvieras nada mejor que hacer.

Porque el embrujo surteefecto sin que te des cuenta, sin que te puedas defender. Lo que es peor, sin que te quieras defender. Deseas por tu propia voluntad seguir así. Quiereshacer lo que ella quiera, lo que te pida. Ojalá pudieras adivinarlo antes, para conseguir de ella una mayor sonrisa de complicidad, de agradecimiento o deilusión, sólo para ti. Mientras tanto, esperas la suerte, sin saber ni importar el tiempo.

De pronto se giró hacia mí, sonriente, sin duda adivinando mipensamiento. Rizos que caen sobre sus hombros, labios sonrientes y cejas por un instante suplicantes. Pero son sus ojos clarísimos, de aguas transparentes, los que mellevaron a ella sin poderlo evitar. Me cogió la mano con la suya, tan pequeña. Y sonó su voz:

-Vamos a casa papi. Tengo hambre.

Y fuimos. Por supuesto.