Religiosidad Popular

Hacia otra racionalidad

Roberto Cortés García
betocortes@gmail.com
Pedagogía en Filosofía y Religión
UCN - Coquimbo


1. Perspectiva crítica frente al logos hegemónico

El principio cartesiano “Pienso, luego soy” se haconstituido en el precepto básico de la razón occidental, cuyo punto álgido lo alcanzó en los racionalismos del siglo XVIII. Este proceso de racionalización coincide con la expansión de la burguesía y el sistema capitalista, fundado en las ideas de un liberalismo de corte individualista como expresión socio-política del mismo logos.
La hegemonía del logos analítico-instrumental ha discriminado,de manera sistemática, todo aquello que no puede responder a esta lógica triunfante de la “unidad-identidad”.
Consideramos importante aclarar que ya desde los orígenes de la filosofía en la Antigua Grecia no hubo unanimidad a la hora de concebir e interpretar el logos. Al contrario, podemos encontrar, por los menos dos corrientes divergentes: aquella que considera el logos como“unidad-identidad”, realizada en la idea de ser en Parménides; frente a un logos que sostiene en la unidad la armonía de los contrarios, representado por los pitagóricos y Heráclito. Evidentemente el proyecto filosófico vencedor será el de Parménides que irá sufriendo en la historia un proceso de abstracción e instrumentalización creciente. De esta manera, el principio de identidad del ser ha dejado al movimiento,el cambio (los colores, la luz, las pasiones) fuera del ser.
Este logos triunfante en la historia de occidente –europea y americana- lleva en su seno un designio totalitario, el de convertir las fluctuantes y diversas dimensiones de la realidad en algo único e identitario, minimizando y absorbiendo la alteridad – lo otro múltiple-.
Por otro lado, la racionalidad hegemónica no puede,manteniendo su identidad y estructura, desprenderse del impulso vital que la mueve en su fondo: la voluntad de dominio, de expansión ilimitada. Su trato con la realidad se ha tornado caprichoso y egocéntrico, enfatizando la razón y la voluntad como cualidades esenciales, borrando la alteridad presente en toda la existencia, es decir, ha ignorado las zonas oscuras y rebeldes de la vida.
Laabsolutización de este logos europocéntrico, racionalista e instrumental, nos ha hecho creer que la racionalidad es neutra o “pura”, aislada en su esfera ideal, sin ejercer su influjo en la realidad. Esta es una manera ingenua de considerar el modo en que comprendemos el mundo y de relacionarnos con él. Esto ha permitido, imponer el logos hegemónico de manera indiscriminada en cualquier parte y tiempo.Esto es lo que sucedió, y sigue sucediendo, en nuestro continente.

2. Proceso civilizatorio: el silenciamiento de lo auténtico


Durante el proceso de consolidación de las naciones, llevada a cabo durante el último cuarto del siglo XIX, se estableció “lo que debían ser” las naciones latinoamericanas. La ideología “Civilización vs. Barbarie” fue configurando el proceso, cuyapretensión era una América Latina europeizada, cuyo rasgo predominante fuera el de la cultura occidental blanca y cristiana.
De esta manera, nuestro continente “despegaba” de la realidad intentando forjar una distinta, olvidando el pasado que avergüenza por ser arcaico, impuro y freno al despliegue de las fuerzas económicas. Así, pretender ser europeo, implicaba casi necesariamente negar, ocultar eincluso destruir el pasado, donde las comunidades indígenas debían ser exterminadas por “salvajes”, “anárquicas” e “incapaces”.
Este complejo proceso se desarrolló en medio de muchas guerras civiles que impedían consagrar el “Estado-Nación”, y sin él tampoco la propiedad, el progreso, la educación, la ley… en pocas palabras: la civilización.[1]
El sector blanco de la sociedad se...