Sacramentos

Sacramentos

- Introducción al tema:
Presentar a los participantes las siguientes láminas, preguntando lo que representan o significan:

Luego el animador pregunta qué otros signos conocen y qué simbolizan.
Después del diálogo el animador presenta pan, vino, agua, vela. Se retoma el diálogo preguntando qué significa cada uno, cuando han respondido pregunta cuándo usamos los católicosestos signos. El animador explica que el tema del día es los sacramentos.

- Lecturas:
Dependiendo del número de participantes se los agrupa o no en parejas, de tal manera que se repartan las siguientes lecturas, cada pareja lee una y luego comparte su contenido.
Mt 28, 18 – 20
Hch 2, 1 – 12
Lc 15, 11 – 31
Mt, 26, 26 – 30
St 5, 13 – 15
Mt 16, 13 – 20Mc 10, 1 – 12

- Desarrollo del tema
Presentar la definición de sacramento en una banderola hecha de papelógrafo:
“Signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo para santificar nuestras almas, y confiados a la Iglesia para su administración.”[1]

Propiciar el diálogo fraccionando la definición en partes:
1. Signos sensibles
2. Signos eficaces
3. Gracia4. Instituidos por Jesucristo para santificar nuestras almas
5. Confiados a la Iglesia para su administración

- Material para el animador
1. Signos sensibles: (materiales, formas, texturas, espacios)
2. Signos eficaces: (que comunican efectivamente)
3. Gracia: Catecismo de la Iglesia católica del1996 al 2005[2]4. Instituidos por Jesucristo (ver las lecturas)
5. Para santificar nuestras almas (los sacramentos son nuestro camino a la santidad)
6. Confiados a la Iglesia para su administración (la responsable de administrarlos es la Iglesia. El diácono puede administrar el bautismo y el sacramento; el presbítero, reconciliación, matrimonio, unción; el obispo la confirmación y el orden)

-Lecturas:
Bautismo: Mt 28, 18 – 20
Jesús se acercó y les habló así: «Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
Mt 13,39
Mt 24,3
y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los díashasta el fin de la historia.»

Confirmación: Hch 2, 1 – 12
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.
He 4,31
Jn 3,8
De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban,
Núm 11,25y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno deellos. He 19,6
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.
Estaban de paso en Jerusalén judíos piadosos, llegados de todas las naciones que hay bajo el cielo. Y entre el gentío que acudió al oír aquel ruido, cada uno los oía hablar en su propia lengua. Todos quedaron muy desconcertados
Gén 11,1yse decían, llenos de estupor y admiración: «Pero éstos ¿no son todos galileos? ¡Y miren cómo hablan! Cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa. Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia, Panfilia, Egipto y de la parte de Libia que limita con Cirene. Hay forasteros que vienen de Roma, unos judíos yotros extranjeros, que aceptaron sus creencias, cretenses y árabes. Y todos les oímos hablar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios.»
Todos estaban asombrados y perplejos, y se preguntaban unos a otros qué querría significar todo aquello.
1Cor 14,23Pero algunos se reían y decían: «¡Están borrachos!»

Reconciliación: Lc 15, 11 – 31
Jesús continuó: «Había un hombre que...