Seduccion a la carta modernidad

Seducción a la carta
Con la categoría de espectáculo los situacioncitas anunciaban de algún modo esa generalización de la seducción, si bien con una restricción: el espectáculo designaba laocupación de parte principal del tiempo vivido fuera de la produccio0n moderna.
La seducción, asimilada a la edad del consumo, pronto revela sus limites; la obra del espectáculo consistía en transformar loreal en representación falsa, en extender la esfera de la alineación y de la desposesión.
Con la profusión lujuriosa de sus productos, imágenes y servicios, con el hedonismo que induce, con su ambienteeufórico de tentación y proximidad, la sociedad de consumo explicita sin ambages la amplitud de la estrategia de la seducción.
El autoservicio, la existencia a la carta, designan el modelo generalde la vida en las sociedades contemporáneas que ven proliferar de forma vertiginosa las fuentes de información, la gama de productos expuestos en los centros comerciales e hipermercados tentaculares,en los almacenes o restaurantes especializados.
La seducción remire a nuestro universo de gamas opcionales, de rayos exóticos, de entornos psi, musical e informacional en que cada cual puede componera la carta los elementos de su existencia.
La medicina sufre una evolución paralela: acupuntura, visualización del interior del cuerpo, tratamiento natural por hierbas, biofeedback, homeopatía, lasterapias suaves ganan un terreno enfatizado la subjetivación de la enfermedad, la asunción holística de la salud por el propio sujeto, la exploración mental del cuerpo, en ruptura con el dirigismohospitalario; el enfermo no debe sufrir su estado de forma pasiva, el es el responsable de su saludo, de sus sistemas de defensa gracias a las potencialidades de la autonomía psíquica.
El proceso depersonalización aseptiza el vocabulario como lo hace con el corazón de las ciudades, los centros comerciales y la muerte. Estamos viviendo una formidable explosión musical; música continua, hit-prade,...