Semilogía

Implícito y presuposición, Ducrot.
El artículo rechazará la definición – de Saussure – de la lengua como código, dado que esto
implicaría considerar el acto de informar como el acto lingüístico fundamental, ya que por definición
una información codificada es, para quien sabe descifrar el código, una información explícita.
Se apoyará en los estudios de Benveniste sobre los pronombrespersonales (yo, tú) en las lenguas
naturales, que obligan a quien habla a designarse con la misma palabra que a su vez utilizará su
interlocutor para designarse a sí mismo. Esto consituye un ejercicio de permanente reciprocidad e
inserta el diálogo en un marco general de reconocimiento mutuo de los individuos, marcando una
intersubjetividad y admitiendo diversas relaciones interpersonales inherentes alhabla, más allá de
la transmición de información.
Se apoyará también en al Escuela de Oxford que considera a los actos de prometer, ordenar,
interrogar, aconsejar, elogiar, etc. como intrínsecamente lingüísticos. Así, por ejemplo, el valor
interrogativo de la pregunta se basa en una especie de deontología que atribuye a ciertas fórmulas,
pronunciadas en ciertas cirucunstancias, el poderexorbitante de obligar al destinatario a continuar
en el discurso.
Postulará el fenómeno de la presuposición, que pone de manifiesto en la lengua un dispositivo
completo de convenciones y leyes, que debe considerarse como un marco institucional regulador
del debate de los individuos. La lengua ya no es únicamente una condición de la vida social, sino
que se transforma en un modo de vida social.Demostrará – a través del fenómeno de la
presuposición – que estas convenciones lingüísticas permiten el implícito – y no que el hecho es
exterior a la lengua – alejando a la lengua de la definición de código y relativizando su carácter de
instrumento de comunicación.
Orígenes teóricos de la necesidad del implícito.
1. En cualquier colectividad, incluso las más liberales, existe un conjuntoimportante de
tabúes lingüísticos; temas que en su totalidad están prohibidos y protegidos por una
especie de ley del silencio. En la medida que, a pesar de todo, pueden existir razon para
hablar de ellas, es necesario disponer de determinados modos de expresión implícita, que
permitan dar a entender algo sin incurrir en la responsabilidad de hbaerlo dicho.
2. Toda afirmación explicitada seconvierte, por lo mismo, en un tema de discusiones
posibles. Todo lo que se dice puede ser refutado. Es necesario respecto a toda creencia
esencial, encontrar un medio de epresión que no la fije, que no haga de ella un objeto
asignable y por ende discutible. No obstante, la creencia necesita manifestarse, de ahí la
existencia de maneras de hablar implícitas, de una determinada utilización dellenguaje
que no puede ser considerada como una codificación, y se oculta por medios de símbolos
que lo hacen accesible.

Dado que la existencia de un determinado empleo del lenguaje ajeno al hecho de su codificación
no prueba por sí solo que el propio lenguaje no sea un código, ya que los elementos implícitos que
se introducen en el discurso podrían ser introducidos por medios ajenos a lalengua, Ducrot
enumera primeramente las formas de implícito que pueden atribuirse a tales procedimientos para
mostrar luego, por contraste, un tipo de implícito inscrito en la lengua de una manera directa. Estos
porcedimientos de implicación podemos agruparlos en dos categorías principales, distinguiendo
aquellos que se basan en el contenido del enunciado y aquellos que cuestionan el hecho de laenunciación.
1. el implícito en el enunciado para dar a entender los hechos que no se quieren expresar
de manera explícita, se presenta en su lugar otros hechos que pueden aparecer como la
causa o la consecuencia necesarias de los primeros. Se habla de lo que se ha visto para
dar a entender que uno ha salido. Una variante más sutil consiste en presentar un
razonamiento que comporta, como...