Tarea

u La mujer se quedo callada un momento. Parecía buscar argumentos para convencer al padre de Pablo, pero no acertó mas que a decir , con un leve tono de disculpa:
-Me hago cargo, perohabía pensado que quizá alguien podría echarme una mano. Como solo es cruzar la calle…
-No es ese el problema, señora –objeto Alfredo, al tiempo que Pablo comprendía quien era aquella mujer-,sino que estoy solo y me debo en exclusiva a lo que estoy haciendo aquí.
-Ya, lo comprendo, pero si viniera usted solo un momento para decirme si puede haber peligro se lo agradecería muchísimo.Después el viento tan fuerte de esta noche, creo que uno de los canalones de desagüe está a punto de caer.
-Lo más práctico será que avise usted a un servicio de reparaciones de urgencia. Hayvarios en las páginas amarillas.(oferta) De poco serviría que yo pasara si tampoco voy a poder arreglárselo. Ellos harán lo que haga falta.


-¿No? –dijo Alfredo, sin adivinarlas intenciones de laseñora.
-Voy a pedirle otro favor, y espero que esta vez sí le sea posible complacerme( petición) –dijo ella con una fría sonrisa en los labios.
-¿De qué se trata? –pregunto Alfredo ,fastidiado por aquella conversación que ya quería dar por terminada.
-me imagino que su hijo se aburrirá un poco aquí, con tantas horas muertas.
-Cuando no me está ayudando sabe entretenerse muy bien.-Ya pero sin gente de su edad, sin amigos. Esto es muy solitario, demasiado para un chico de su edad.
Alfredo Biosca tenia ganas de que aquella mujer se marchara. Notaba algo falso en ella, como siinterpretara un papel que no acababa de dominar en grado suficiente.

La mujer hizo una pausa. Miro a Alfredo Biosca como si no pudiera ni imaginar que él se negara a una petición tan noble yllena de sentido. Y así se lo dio a entender con sus últimas palabras:
-Creo que conocerse sería muy bueno para los dos. Le ruego que permita a su hijo venir esta tarde, a las cuatro. Clara te...