Teatro
El bello prefacio de Albert Camus (1913-1960) a la reedición de estos ensayos, escritos en la Argelia de su primera juventud,contiene algunas de las más sinceras reflexiones del Premio Nobel de Literatura de 1957 sobre su propia obra. Aunque reticente respecto a las torpezas expresivas de unas páginas fechadas en 1935 y1936, Camus subraya que su fuente de inspiración nace, en este libro, «en ese mundo de pobreza y de luz en el que viví tanto tiempo y cuyo recuerdo me ampara aún de los dos peligros contrarios queamenazan a todo artista, el resentimiento y el contento». En 1958, casi en vísperas de su muerte, el gran novelista, dramaturgo y ensayista francés afirma: «Si, pese a tantos esfuerzos para construir unlenguaje y dar vida a unos mitos, no consigo un día volver a escribir "El revés y el derecho", será que nunca he conseguido nada».
Como Machado, "estos días azules y este sol de la infancia", Camus noscuenta que un mundo de pobreza y de luz lo ampararon del resentimiento. La luz, el sol, es una constante en su obra. En El extranjero vemos ese sol rojizo, sentimos el halo cegador de luz, elresplandor, el calor sofocante, el cielo que se abría en todo su esplendor para vomitar fuego, cuando Mersault dispara cuatro veces y comprende que ha destruido el equilibrio del día, el silencio excepcionalde una playa donde había sido feliz. En El revés y el derecho, relatos de juventud, sus primeros relatos publicados, está el germen de su literatura, el mundo que plasmaría en obras de madurez como...
Regístrate para leer el documento completo.