Testamento De Carlos I (Comentario De Texto)

El TESTAMENTO DE CARLOS I.

Estamos ante un testamento político. Carlos “el Emperador” da a su hijo, El príncipe Felipe, futuro Felipe II, un conjunto de orientaciones encajadas básicamente en el ámbito de la política exterior, complementando con una serie de consejos sobre lo que podríamos denominar como “política de buen gobierno”, enfilados principalmente hacia el mantenimiento dela tranquilidad y la paz en los estados que heredaría el príncipe Felipe. Se ve complementado el testamento con algunas palabras sobre política matrimonial, es decir , hacia el establecimiento de pactos convenientes y al mantenimiento del reposo con la continuación dinástica representada por una prole suficiente.

Todo lo dicho anteriormente nos vendría a caracterizar el concepto deestado que tiene una monarquía como la de Carlos V.

Cabe decir que el conjunto de estados que recibiría el príncipe Felipe viene a estar caracterizado como un legado, un patrimonio, pero dado el tono general del documento y lo que sabemos de Carlos I y de Felipe II, dudaría mucho en calificarlo de patrimonio personal o de propiedad . Los reyes heredan un legado, sí, pero parece excluidatoda actuación arbitraria o caprichosa. Al contrario, el Rey recibe el legado con y como una responsabilidad y con, por lo menos, un deber. ¿Quizás el propósito divino sea, en este caso, la defensa de la fe?

¿Qué atribuciones tiene expresadas aquí la figura del rey? Principalmente el mantenimiento de sus estados frente a las ambiciones y perturbaciones procedentes sobre todo del exteriory el mantenimiento también del orden interno. Como objetivo secundario, en realidad como un medio para conseguir lo anterior, la procuración de unos buenos ingresos estatales.

Todos estos objetivos parecen presididos por uno con un cierto carácter supremo; el mantenimiento de la fe católica, en pugna temporal contra los infieles y los herejes.

Así pues, vemos como lasatribuciones y los objetivos del Estado son profundamente distintos de los actuales, cuya base e inicio ideológico, habría que poner en los despotismos ilustrados del siglo XVIII, preocupados por cuestiones más cotidianas, abarcadas por expresiones como “la felicidad del pueblo”.

No significa esto que los astutos propios del funcionamiento interno de los estados no fueran relevantes, pero tienenun carácter secundario. Es importante el buen gobierno porque proporciona además de recursos económicos , estabilidad política, súbditos fieles, contentos y tranquilos. Sin embargo, este ámbito más doméstico del poder queda relegado a la figura de unos virreyes y gobernadores. La preocupación que manifiesta Carlos I por que sean “buenos virreyes y gobernadores” que no desesperen a los súbditos nosda una idea del grado de autonomía en el cumplimiento de sus funciones que podían llegar a tener.

Se nota además, en este testamento, una cierta consciencia del cuerpo social que hace de soporte de la monarquía y del precio que paga por ello y de su aguante posible.

Entraremos a continuación en el porqué del momento en el que Carlos V da estas instrucciones a Felipe II. Estamosen enero de 1548. Carlos , heredero de un vastísimo legado político, ha luchado contra sus enemigos, primero aisladamente y luego contra las alianzas que estos han establecido. No estamos aún en la fase que ha sido calificada como de derrota de los ideales carolinos, cristalizada en la fórmula de la Paz de Augsburgo (1555) “Cuius Regio, eius religio”. No es aún el momento de abdicar. Al contrario,tras las notorias dificultades, tras guerras “a las cuales he sido forzado siempre” y de las que dice el César que “los dichos reinos, Estados y señoríos que heredaste son y quedan muy cansados, gastados y trabajados”, Carlos ha hecho la paz oficialmente con Francia y extraoficialmente con los turcos. Además, tas el primer fracaso de los intentos de solución amistosa del problema protestante, en...