Quiero compartir mi experiencia con vosotros/as.Soy una mujer afortunada, la vida me ha dado la oportunidad de compartir mi experiencia con un grupo de reclusos en la unidad dedrogodependientes de un centro penitenciario de BCN.La primera vez, fui con mucha ilusión y a la vez con un nudo en mi barriga, no sabía como manejar el tema, mis creencias ymiles de pensamientos me pasaban como nubes en la cabeza. Eran 30 hombres,30 historias... unos con muchas ganas, otros escepticos,era la primera sesión que proponía eldepartamento de soporte, asistencia casi voluntaria- obligatoria. Pensaba en como captar la atención y la diversión a este colectivo, para mi desconocido totalmente.Mi sorpresa fueagradable al conectar con ellos, el agradecimiento, las ganas y las ganas de que vuelvas, no podían dejar de saltarme las lágrimas cuándo al marchar, las puertas se iban cerrandodetrás de mi, una tras otra, plaf, plaf, plaf. 4 puertas de hierro, 4 controles, yo me iba , ellos se quedaban. con la mirada puesta en el próximo día, lo que más me ha tocado esdarme cuenta que lo que para mi entrar en el año nuevo es un año más ,para ellos es un año menos.Llevo 4 sesiones, llego con ganas, me esperan con la sala preparada , las tareasrepartidas, al marchar me vuelve a entrar la congoja, ellos preguntan - cuándo vendrás, vendrás seguro no? otra vez las 4 puertas a mis espaldas , mi mochila pasada por todos loscontroles me pesa cada día un poco más, que traeré el proximo día para compartir con ellos, que más les puedo ofrecer que les sirva de aprendizaje, el reto es para mi el poderdarle forma a las competencias, las distinciones,los hábitos en forma de risa?Un reto y una satisfacción que me lleva a seguir aprendiendo tras los muros.Mónica Aldegunde
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