Tratado de la arquitectura andrea palladio

La arquitectura puede definirse como el arte de las conveniencias y de lo bello en las construcciones.
Lo bello es agradable, lo agradable no es bello, el edificio que a primera vista nos provoque admiración, nos producirá el efecto contrario cuando nos demuestre que las conveniencias y el destino han sido insatisfactorio.
Más aún, ninguna construcción puede agradarnos plenamente si nolleva en su estructura esencial, cierto sello inequívoco de utilidad y de conveniencia.
La arquitectura nace con las necesidades materiales; lo útil es su primera finalidad es preciso que en todas sus obras la lleven impresa.
La forma deducida de las diversas conveniencias, tanto las relativas al uso como a la estabilidad de la construcción , lejos de perjudicar la belleza del edificiocontribuyen a generarla; y es importante evidenciarlas al máximo , determinan una expresión verdadera y al carácter que le conviene al edificio. Son estas las primeras condiciones para que se despierte en nosotros el sentimiento de belleza.
En primer lugar se colocan el orden y la sencillez. El orden se manifiesta en nuestras construcciones como testimonio del cuidado solícito que ha presidido sucreación. Unido el orden a la sencillez, la distribución parece ser más cómoda, la construcción más fácil, hace más clara la impresión producida por la obra e imponente su unidad. El orden y la sencillez son la fuente principal de esa grandiosidad moral.

A estas cualidades fundamentales conviene agregar otras relacionadas más directamente con la naturaleza del edificio .Así la atención delespectador puede ser solicitada por parte de la obra.
Las leyes que norman la edificación como las reglas de la estabilidad, en la mayor parte de los casos no indican sino aproximadamente los espesores que deban darse a un determinado muro o soporte o a un determinado grado de resistencia.

Los datos suministrados por el destino del edificio y por la ciencia de la construcción, a pesar de queintervengan de hecho las ideas de orden, sencillez y de conveniencia moral, no determinan sino limites y, muy a menudo, demasiado amplios. Existen para cada caso en particular un sin número de soluciones que pueden aparecer convenientes y que sin embargo no son bellas.

La experiencia demuestra que existen formas, aun geométricas, que diversamente combinadas entre si son susceptibles de bellezay agradarnos. De todas las formas que caben entre los amplios límites de que hablamos, existirá una más armónica que a la vez satisfaga las conveniencias de fondo y de forma, que contribuye a la finalidad del arte, esto es, la belleza.
De modo de que el arquitecto primero atiende a la composición general, después a las formas en detalle, así que puede decirse que primero busca la verdad yluego la belleza, siendo así la belleza el esplendor del bien.
Las relaciones numéricas engendran las armonías lineales capaces de satisfacer con plenitud al gusto más exigente. En el arte no basta con que una cosa sea, es preciso que se haga sentir.
Así que se puede decir que en la arquitectura: lo bello satisface sin duda la totalidad de condiciones en las que tenemos conciencia, pero tambiénsatisface otras condiciones que escapan de nuestro intelecto. En la bella forma reconocemos una expresión de cualidades morales, de sentimientos cuyo eco alcanza nuestro ser. Si la belleza en una época no corresponde con otra; hay que atribuirlo a la ausencia en nosotros de cualidades iguales y de sentimientos idénticos.
Quien comprende bien una época estima su belleza y entre mas penetra ensu espíritu con mayor intensidad la goza.
La armonía de las líneas debe reposar generalmente sobre leyes numéricas, por ello resultan erróneas las tentativas relaciones numéricas simples, proporciones determinadas a priori.

La ornamentación puede coincidir con el carácter y la belleza de un edificio ya que también esta es susceptible de expresión y de belleza. Si las cualidades morales de...