Tren parlamentario

Sábado 29 de mayo del 2010
TREN PARLAMENTARIO
La mujer, un debate antediluviano
VICENTE BELLO
El debate antediluviano sobre la igualdad de la mujer y el hombre afloró esta semana en San Lázaro, durante el Foro de Análisis de la Defensa de la Mujer. Y han vuelto a escucharse voces autorizadas que afirman que el reconocimiento de esa igualdad está más allá de las propias leyes, y lositúan en los ámbitos de la relación familiar.
“La igualdad entre el varón y la mujer”, ha dicho el experto constitucionalista Juventino Castro y Castro, “no se logra vía disposiciones legales o tratados internacionales. Se obtiene mediante una sólida implantación de una cultura de respeto a la mujer por parte de los varones. Y en esto es básico la educación paternal y la de establecimientoseducativos”.
El jueves, en la Cámara de diputados, a la defensa de los derechos de la mujer habían sido convocados hombres y mujeres de distintas áreas de la actividad humana. Pero uno de ellos llamó la atención no tanto por ser diputado federal, sino porque es uno de los mexicanos que mayor notoriedad y reconocimiento profesional han alcanzado en el país: el retirado magistrado de la Suprema Corte deJusticia de la Nación Juventino Castro y Castro, de 92 años de edad.
“Se me ha solicitado exponer a esta respetable audiencia”, iniciaba su discurso don Juventino Castro, “la historia y el devenir de los derechos de las mujeres en nuestro país, para poner de manifiesto la penosa lucha social y conceptual que han tenido que dar nuestras congéneres para obtener la igualdad con los varones en eldisfrute de derechos comunes a los seres humanos, cualquiera que sea su sexo de origen, porque lo que ha privado en nuestro país, desgraciadamente, es precisamente la desigualdad más indignante, en lo que respecta al trato diferente que se da a la mujer, respecto del que gratuitamente se ofrece al varón”.
Castro y Castro, uno de esos viejos sabios con que México todavía cuenta, llegaba al Foroinvestido sin duda con el aura de experto constitucionalista. Así lo invitaron y así habló: “Nuestra Constitución Política”, seguía, “ha consagrado, entre otros, el principio de la igualdad entre todos los seres humanos que habitan en el país, por ser el punto de partida de otros muchos planteamientos similares y de respeto a la alta calidad del ser humano”.
Sobre todo en materia laboral, seguíadiciendo, la Corte “estableció jurisprudencialmente que nuestra ley fundamental establece de hecho que el varón y la mujer son iguales en la aplicación de la ley”.
Y sin embargo, apenas en el 2001, en una adición al artículo 4º. Constitucional fue incluido el texto: “El varón y la mujer son iguales ante la ley”. Apenas.
Castro y Castro: “Se trata de un abuso el que la discriminación seconvierta en cultura contaminada, y que mucho ayudó el que nuestra Ley Fundamental lo prohibiera y condenara la desigualdad de género, como también es verdad que en nuestro xoexistir persiste en muchos varones la certeza, inexplicada, de la bondad de la práctica de una costumbre reiterada de rechazar laboralmente la contratación de mujeres, por el simple hecho de ser ése su status, o bien condicionarsalarialmente el aprovechamiento de sus servicios. Influyó quizá el que la mujer se puede embarazar y ello constituya una desventaja laboral de los varones”.
El Foro de marras fue organizado por María Teresa Ochoa, diputada petista. “No”, insistía don Juventino. “La igualdad jurídica entre los géneros empieza por ser combatida mediante legislación apropiada; pero la discriminación en sí sólo podráser superada si los mexicanos cambiamos nuestra cultura”.
Entonces el magistrado en retiro evocó el 12 de abril de 1917, cuando el Congreso mexicano creó la Ley de Relaciones Familiares, en cuya exposición de motivos –dijo el experto- se establecía que la familia no sólo era fuente de derechos civiles, sino también de instituciones políticas.
Y, por lo tanto, “se legisló sobre la base,...