Un lugar a donde ir

Un lugar a donde ir

Capitulo I: Mi querido hogar de Pony

Al fin aquí, en mi querido hogar de Pony, con todos mis seres queridos, creo que puedo volver a comenzar una nueva vida desde cero, han venido Archie, Annie, Patty y mi querido Albert, con ellos podré volver a creer que tengo un futuro lleno de amor, aunque…. Terry ya no esté junto a mi.
¡Candy!- dijo Patty, ¿en que piensas?, ¡vamostodos te esperan!, comeremos juntos y recordaremos bellos momentos, – si,- dijo Candy, ahora mismo no voy a pensar en nada triste. El (Terry) es un cápitulo pasado en mi vida, solo deseo que nuestro sacrificio no haya sido en vano, y pueda ser feliz junto a Susana.
Finalmente, una vez terminaron de comer, y de recogerlo todo, Albert, preguntó: “¿Y ahora, tienes pensado que vas a hacer?, ¿tequedarás permanentemente aquí, o vendrás a casa con nosotros de vez en cuando?, Candy se quedó pensativa por unos segundos, Albert vió que a ella le costaba un poco contestar, y mientras se giraba lentamente para marcharse y dejar a Candy con sus pensamientos, ella contestó, “un momento, Albert no te marches, solo he tenido un pequeño lapsus”, por ahora no se si estaré todo el tiempo aquí,-explicó- osi por el contrario, quizás busque trabajo por los alrededores, ya que no quiero marcharme del hogar de Pony, -“la Señora Pony y la hermana Maria sonrieron al escucharla, pero en sus ojos se adivinaba una brizna de tristeza, ya que querían, lo que cualquier madre quiere para sus hijos, que ella fuera feliz”-.
Por supuesto que la apoyarían en todas sus decisiones, pero no querían que el hogarfuese un sitio donde esconderse del mundo, sino un refugio para tomar fuerzas, y seguir adelante. Tal como Candy había hecho siempre, luchar y seguir adelante.
Claro que comprendían lo que había sufrido, pero ellas estarían para que llorase en sus hombros y entre sus brazos, siempre que las necesitara, y finalmente ver como resurgiría de su tristeza, una nueva Candy, que se enfrentaría a la vida convalor.
Llegada la noche, y una vez habían cenado y acostados a los pequeños, se reunieron alrededor de la mesa la hermana Maria, la señorita Pony , Patty, que había decidido quedarse un tiempo en el hogar de Pony, y Candy, entonces, la hermana María comentó: “Candy creo que en el pueblo hará falta una enfermera como tu”, -si es verdad- dijo la señorita Pony, en el pueblo hay una pequeña clínica,y solo tienen un médico y una enfermera, pero ésta es muy mayor, y creo haber oído que se iba a vivir con su familia, a su ciudad natal. Hará falta alguien para sustituirla, -dijo Patty-. Si es verdad, -pensó Candy- mañana mismo iré a ver si necesitan una nueva enfermera, -comentó en voz alta-.
A la mañana siguiente, Candy se marchó al pueblo muy temprano, aún dormían todos en el hogar de Pony.Fue paseando tranquilamente, para así poder meditar sobre todas sus cosas, y disfrutar de aquel paisaje, que tanto había extrañado en la distancia, cuando finalmente se dió cuenta que había llegado al pueblo, -¡caramba, he llegado casi sin darme cuenta!.
Se dispuso a buscar la clínica, ya que era nueva, se había construido en los años que Candy había estado fuera, pero por las indicaciones que lehabían dado la hermana María y la señorita Pony, el día anterior, creyó que lo encontraría con facilidad.
Cuando al fin llegó, a la clínica, se acercó a la puerta y llamó, -“toc, toc..”-
Pase, esta abierta -contestaron desde dentro-. Candy, abrió la puerta y entró, a la derecha justo en la entrada, había una habitación, con la puerta abierta, y allí estaba el médico, del pueblo, el señorMitchell, -“Buenos días”-, dijo Candy, ¿es usted el doctor?, -buenos días jovencita, así es, soy el doctor Mitchell, ¿en qué puedo ayudarte?, ¿te encuentras mal?-, dijo el doctor -no señor, estoy bien, mi nombre es Candy, y soy enfermera, quería preguntarle si tiene algún puesto de trabajo para mi, sea de lo que sea, solo quiero ayudar a los demás-, contestó Candy -eso son unos sentimientos muy nobles...