“Un practicante del psicoanálisis y los docentes frente a un caso de fracaso escolar: un encuentro entre lo universal y lo particular”

“Un practicante del psicoanálisis y los docentes frente a un caso de fracaso escolar: Un encuentro entre lo universal y lo particular”

INTRODUCCION
Un malestar:
El caso que decidí tomar es el de un niño considerado “atípico” a partir de considerarse sus fallos tanto en lo intelectual como en lo adaptativo, que marcaban una modalidad particular de aprender y comportarse,tomado hace unos años en tratamiento.
El nombre del malestar seleccionado en el instante de ver fue: “El trabajo con los docentes que integran a un niño con una dificultad en el aprender es casi imposible. Los mismos se sitúan en un lugar de pura demanda que enfrentan al practicante del psicoanálisis a una encrucijada: respetar lo particular o someterse al ideal”, nombre que, como podráverse fue (y sigue) sufriendo transformaciones paralelas que la formación aporta que impacta en la revisión de mi posición (asumida en ese momento) como analista de niños.
Otra razón por la que he tomado este caso es el hecho de que, además de ser “paradigmático” de los padecimientos subjetivos de nuestra época, siempre dejó en quien escribe la percepción de que podrían haberse articuladoestrategias mas efectivas si se hubieran considerado las dimensiones sociales de su síntoma, mas allá de lo subjetivo. Si bien existía la presunción de que había una dimensión social en juego, la visión clínica-técnica cerró esa posibilidad y aunque se produjeron cambios en su situación desde las estrategias clínicas, en el aprendizaje escolar las reestructuraciones hubieran sido tal vez más sólidassi una verdadera conversación como “efecto, construcción o intersección” se hubiera entablado como lo plantea Brignoni S (Clase 5). Esto no ocurrió sin obstáculos y el dialogo posible entre psicoanálisis y educación precipitó un concluir que intentaré demostrar en los próximos párrafos.
Haciendo propias las palabras de Miller (2004) cuando nos dice que es mas fácil disertar para unauditorio (lectores) que comparten una misma ideología o un mismo paradigma porque se cuenta con su “complicidad” y con la convicción de que se aprenden mas de los errores que de los casos que cierran a la perfección, expondré los puntos ciegos como prueba de inconsistencia – oportunidad de aprendizaje, cuestión que va promoviendo, para mí, un dialogo posible:

Los actores, dentro de loscuales me incluyo, entran a jugar su escena en el ámbito clínico (el niño, su padre y su analista) y cuando de conversar sobre ese niño se trata (institución, docentes y nuevamente analista)
La “escena” del encuentro marcó uno de los hitos del caso porque materializo el enfrentamiento de paradigmas, en principio irreconciliables, que luego siguieron su camino, tal vez repitiendo aquello queSusana Brignoni denomina “desamparo” (Clase 19) como estado donde la pulsión gana el dominio de la situación.
Más allá de lo visible, pudo manifestarse el discurso pedagógico, plagado de ideales de normalización, adaptación, exclusión, como opuesto a la pulsión, lo Uno y el goce irreductible que no hace lazo, por ello ineducable. Surgió entonces un punto de imposibilidad: ¿Cómo efectuar uncompromiso entre el ideal universal y lo singular del niño en cuestión para salvar su subjetividad?¿Cómo ayudar al docente sin aliarse con el intento de hacer entrar al niño en regla?
Como en la entrega anterior ya se mencionaron que conceptos se utilizarían y como eran entendidos, en esta instancia se los pondrá a trabajar en el caso: tales como la concepción del tiempo, la funciónpaterna, los Discursos , la transferencia, las interpelaciones fallidas , la impostura, los padecimientos actuales ,etc. Puestas a rodar en dos dimensiones tomando, como variables de análisis:
La dimensión subjetiva del malestar, teniendo en cuenta cuestiones estructurales desde el sujeto del psicoanálisis, que da lugar al ítem “A SOLAS CON UN CASO (EL SINTOMA EN SU DIMENSION SUBJETIVA)”...