Valores del modelo capitalista y socialista

Crítica de los movimientos sociales. Debate sobre la modernidad, la democracia y la igualdad social. Armando Cisneros Sosa

Alejandro Rosas Marín

Corriente accionalista-costructivista. Antecedente La sociología accionalista para entender los movimientos sociales tuvo que renunciar al funcionalismo y a la sociología comprensiva, tampoco podía constituirse a partir delestructural-funcionalismo. Touraine rechaza a Parsons de la misma manera en que se ha opuesto a Weber. Ve en el sistema de valores de Parsons una filosofía de la historia, inaceptable en tanto conjunto de principios deterministas y en tanto esquema que pretende delimitar el curso de la historia, al margen de la propia acción de la sociedad. Pero además, los valores parsonianos aparecen como negación de los movimientossociales. Para Touraine, Talcote Parsons es el representante principal de una sociología que, a ultranza, puede definirse como conservadora.

Desarrollo Los movimientos sociales, convertidos en el elemento central de la sociología accionalista, se levantaron como portadores de una crítica inobjetable al sistema y, finalmente, se convirtieron en la negación de la misma sociedad. El sistema devalores no existe porque actúan los movimientos sociales. Melucci va a proponer un método de investigación que permita descubrir las particularidades de los actores en conflicto, una identidad. Los estudios sobre los movimientos sociales no pueden quedarse en las apariencias, necesitan encontrar algo que hay detrás de las acciones conflictivas. Melucci no da la identidad como algo preestablecido, sinocomo un proceso, un algo dinámico que se construye permanentemente.

A partir del potencial crítico del accionalismo y el constructivismo se ha podido delimitar la identidad frente a los imperativos homogenizantes de la sociedad programada, tanto en sus versiones nacionales como en su expresión mundial. Esta defensa resulta particularmente útil a las ciencias sociales latinoamericanas porquesólo así ha sido posible una liberación plena de los determinismos ocultos en el funcionalismo, para los cuales la modernización occidental representaba un paradigma central que habría de surgir por sobre las estructuras arcaicas. Frente a la uniformidad de la modernización ha quedado revalorada la diversidad de las identidades y lo tradicional ya no aparece devaluado a priori. Ahora lo local esparte de una diversidad sociocultural con derecho propio. Los movimientos sociales aparecen entonces como reacciones legítimas frente a la hegemonía opresiva de la sociedad.

Crítica. La idea de modernidad como imposición sobre las identidades, presente en el conjunto de la tradición accionalista-constructivista, nos impide por otra parte hacer una crítica en función de los grandes cambiossocioculturales. Ha quedado suficientemente fundamentado su papel avasallador en Touraine y Melucci, y sobre de él ha sido posible construir la defensa de las identidades latinoamericanas. Pero de acuerdo con los principios epistemológicos de Touraine, el papel reivindicativo de la modernidad, papel demostrado ampliamente por la tradición que va de Weber al estructural-funcionalismo, no es válido ni tienerazón de aparecer. En consecuencia, una crítica a los movimientos en función de la modernidad es imposible. Estos aparecen como contestatarios, ligados al principio unilineal sociedad versus sistema.

Movimiento como lucha de clases. Desarrollo. Para la teoría marxista clásica la sociedad capitalista es una sociedad en la que el trabajador se encuentra totalmente sometido, primero por la ley delvalor luego por las reglas que de ella se desprenden, abarcando toda la política y la cultura. Esta negación del capitalismo, que implica para la teoría de los movimientos una causalidad que nace como reacción a una dominación absoluta, exigirá necesariamente una filosofía de la historia, la idea de un

nuevo e ineludible sistema capaz de emancipar al proletariado y a toda la sociedad de...